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1 de diciembre de 2013

150 Razones para ser Católico.

Los Misterios del Reino de los Cielos--->
<---Santísimo Nombre de María

La universalidad de la Iglesia proviene del mandato de Jesús a sus Apóstoles: "Vayan y prediquen el evangelio a toda criatura" (Mc 16,15). Jesús fundó una Iglesia para que fuese universal. Para que reuniese en su seno a toda la humanidad, sin distinción, para todos seamos uno en su nombre.
Muchos objetan y critican que Jesucristo fundó una Iglesia, no una religión. Sí es cierto, Jesucristo fundó una Iglesia, no fundó una religión, pero ambas están íntimamente ligadas. No se puede separar a la Iglesia de la religión. Ni a la religión de la Iglesia.
El verdadero católico une a ambas a la Iglesia y a la religión y se beneficia totalmente con las verdades espirituales y los méritos que brinda la Santa Madre Iglesia.

El adjetivo "católica" con a, referente a la Iglesia aparece en la literatura Cristiana con San Ignacio de Antioquía (discípulo de San Juan), por el año 110 de nuestra era; se debe recordar que la literatura recoge la tradición oral que le precede. En su carta "Ad Smyr" (A los Esmirniotas 8:2) dice: "Donde esté el Obispo, esté la muchedumbre así como donde está Jesucristo está la iglesia católica".

Los estudiosos discuten si "católico" en este contexto significa "universal" o "verdadera/auténtica."
La mayoría de los estudiosos favorecen el primer significado, bajo el razonamiento de que así como el Obispo preside la Iglesia local, así mismo Cristo preside la Iglesia universal o Católica.

San Policarpo, martirizado unos 50 años después de San Ignacio, utiliza la palabra en ambos sentidos: tres veces con el significado de iglesia universal y una vez con el sentido de auténtica. Describe a San Policarpo como "Obispo de la Iglesia Católica de Esmirna."

San Pacián de Barcelona, 375 D.C. dijo: "Cristiano es mi nombre, y católico mi apellido. El primero me denomina, mientras que el otro me instituye específicamente. De esta manera he sido identificado y registrado... Cuando somos llamados católicos, es por esta forma, que nuestro pueblo se mantiene alejado de cualquier nombre herético." -Carta a Sympronian.

Recordemos que durante las persecuciones, desde los primeros siglos, cuando preguntaban a los cristianos a qué iglesia pertenecían decían rotundamente y con voz alta; "a la católica". Muchos de estos primeros cristianos fueron brutalmente asesinados y martirizados en el nombre de la Iglesia Universal, la Iglesia de Jesucristo.
La Iglesia desde sus comienzos se ha llamado "cristiana" y "católica" indistintamente.

El concepto de catolicidad es desarrollado por San Cirilo de Jerusalén, quien dice:

La Iglesia es católica porque está esparcida por todo el mundo; enseña en plenitud toda la doctrina que los hombres deben conocer; trae a todos los hombres a la obediencia religiosa; es la cura universal para el pecado y posee todas las virtudes para la salvación -(Catechesis 18:23).

Los dos significados que prevalecen en el período de los Padres de la Iglesia son los de universalidad y ortodoxia. San Agustín utiliza en sus escritos el nombre de "católica" 240 veces entre los años 388 y 420 dC.
Los dos significados de la palabra católico, coexistieron por mil años, pero con el cisma del Este-Occidente, la Iglesia Latina se continuó llamando "Católica" mientras que la iglesia del Este adoptó el nombre de "Ortodoxa.".

En el período medieval encontramos que emergen las bases para una más profunda teología sobre la catolicidad, hecho ayudado por la expresión dominante de Iglesia como la "reunión de los fieles" (congregatio fidelium), la cual está abierta a la noción de universal.

Santo Tomás de Aquino desarrolla los diversos elementos de la teología de la catolicidad. La Iglesia es universal en tres sentidos:

1. Se encuentra en todos los lugares (Cf. Rom 1,8), teniendo tres partes: en la tierra, en el cielo y en el purgatorio.

2. Incluye personas de todos los estados de vida. (Cf. Gal 3,28)

3. No tiene límite de tiempo desde Abel hasta la consumación de los siglos.

La Iglesia católica reconoce que también son "cristianos" los bautizados de otras iglesias no católicas que profesan su fe en Jesucristo, Dios y hombre. Pero, aunque otras iglesias contengan elementos de la verdad, solo la Iglesia Católica conserva y enseña sin corrupción toda la doctrina Apostólica y posee la plenitud de los medios de salvación.

Los escritos de los Padres Apostólicos demuestran que la esencia de la Iglesia Católica no ha cambiado sino que ha profundizado en el conocimiento para beneficio de todos sus fieles, enriqueciéndola con dones espirituales extraordinarios a la cuales todas podemos alcanzar, para nuestro beneficio personal, para beneficio de otros o simplemente ofrecerlo en las manos de Dios, y que lo destine para quien más lo necesite.

SER CATÓLICO

Cuando una persona dice "Yo soy católica", deberíamos suponer que sabe exactamente lo que está diciendo. Sin embargo, es bastante frecuente que no sea así. Muchos, en realidad, son "católicos a su manera", adaptan la religión a su conveniencia, que es la mejor manera de no ser nada.

Se tratará de expresar, sin pretender ser ésta la última palabra, y en tan pocas frases, en qué consiste fundamentalmente, ser católico. He aquí pues, 33 puntos del católico:

1 .- Ser católico es creer que hay un solo Dios, en comunidad de Personas que forman la Santísima Trinidad.

2 .- Ser católico es reconocer a Jesucristo, el Hijo Único de Dios, como enviado del Padre, verdadero Mesías que, con su muerte y resurrección, y que redimió a la humanidad y le dio la posibilidad de eterna salvación.

3 .- Ser católico es vivir la nueva vida de la gracia divina que se nos ha dado por la acción del Espíritu Santo a través del agua del Bautismo.

4 .- Ser católico es dar testimonio de Cristo en el mundo, con la fuerza del Espíritu Santo recibida en la Confirmación.
5 .- Ser católico requiere alimentarse frecuentemente con el Pan de Vida, la Eucaristía o comunión, a fin de poder tener parte con Cristo en su misión y en su triunfo eterno, cuando nos resucite a todos en el último día.

6 .- Ser católico es aceptar la supremacía de Dios en nuestras vidas, pues lo amamos por encima de todas las cosas.

7 .- Ser católico es reconocer que Dios escogió a Santa María Virgen como la Madre de su Hijo Único y por ello la adornó de incontables dones espirituales que la hacen "bendita entre todas las mujeres".

8 .- Ser católico es reconocer el lugar que tienen los santos como auténticos amigos de Dios, a quienes la Iglesia coloca en lugar especial como héroes del Pueblo de Dios, que muchos casos han dado su vida por amor a Dios, y son ejemplos e intercesores nuestros.

9 .- Ser católico es aceptar que la Iglesia es la continuación de Cristo y de su obra. Esto implica reconocer la autoridad del Papa y de los Obispos, como sucesores de Pedro y de los apóstoles.

10 .- Ser católico es estar consciente de que somos parte de esa Iglesia, Pueblo de Dios, y nos comprometemos seriamente con su misión de proclamar el Evangelio, la Buena Noticia de salvación, hasta los últimos rincones de la tierra.

11 .- Ser católico supone creer en todo lo que la Iglesias enseña a través de los obispos reunidos en el Concilio junto con el Papa, o por el Papa solo, cuando definen alguna verdad sobre de la fe.

12 .- Ser católico es participar regularmente en las reuniones oficiales del Pueblo de Dios, que es congregado cada domingo y en días especiales, por mandato de Dios, para rendirle culto público y solemne en la Asamblea Eucarística que llamamos la Santa Misa.

13 .- Ser católico es reconocer a Dios como único Padre de todos y de todos los seres humanos, sin distinción de raza, religión o condición social, como verdaderos hermanos, iguales en dignidad.

14 .- Ser católico supone una práctica usual de la virtud del amor que nos obliga a respetar a todos y hacer el bien incluso a nuestros enemigos declarados, es decir, a aquellos que procuran hacernos daño.

15 .- Ser católico es estar comprometido con la justicia y la verdad, y en la defensa de los derechos de todos, aunque por ello seamos perseguidos, maltratados, despreciados, injuriados y hasta pagar con la muerte.

16 .- Ser católico supone utilizar, mientras haya oportunidad, los medios pacíficos para conseguir nuestros derechos, erradicando el odio y los deseos de venganza.

17 .- Ser católico es rechazar toda superstición, aborreciendo la idolatría o culto a falsos dioses, y rechazando la astrología, la lectura de cartas, el espiritismo, la reencarnación y cualquier otra práctica contraria a las enseñanzas contenidas en la Biblia.

18 .- Ser católico es responsabilizarse con la tarea que nos corresponde en la tierra, realizando nuestro trabajo como medio de ganar honradamente el pan, pero también como una forma de servir a los demás.

19 .- Ser católico es aceptar el sexo como un regalo de Dios, y no como a una mera actividad carnal, sino que es el encuentro amoroso de dos personas comprometidas por toda la vida, respetándose el uno al otro.

20 .- Ser católico es recibir de Dios, generosa y responsablemente a los hijos, educándolos con el buen ejemplo, que sean personas responsables, e inculcarles el amor al prójimo. Ambos padres deben comprometerse en la educación de los hijos.

21.- Ser católico implica amar la vida, como don de Dios, cuidando la salud y evitando cualquier acción que pueda poner en peligro la integridad física o la salvación eterna, propia o ajena, incluyendo en ello a los aun no nacidos.

22 .- Ser católico supone la disposición de luchar contra toda opresión, dictadura personal o tiranía de un Estado totalitario, así como trabajar por la erradicación del hambre, de la ignorancia y de las injusticias que condenan a la miseria a millones de seres humanos.

23.- Ser católico es vivir siempre alegres, pues tenemos la certeza de que Dios nos ama como sus hijos, y nos ha hecho herederos de su Reino para toda la eternidad.

24 .- Ser católico es creer en la paz y luchar por ella, evitando siempre todos acto de violencia, practicando la justicia ante todos, y confiando siempre en Dios que nos ayudará a que la justicia siempre triunfará.

25 .- Ser católico es vivir consciente de nuestra condición de que somos peregrinos en esta tierra, que moriremos cuando Dios así lo disponga y tratando de cumplir los mandamientos de Dios lo mejor posible.

26 .- Ser católico requiere mantener una frecuente comunicación con Dios, poder medio de la oración diaria y frecuente, la lectura de la biblia y la meditación de su Palabra.

27 .- Ser católico es acercanos a confesarnos pecadores ante Dios al menos una vez por mes, buscando su perdón en el sacramento de la reconciliación (la confesión), comprometiéndonos a perdonar a los que nos hayan ofendido y a dejarnos transformar por la acción de Dios.

28 .- Ser católico es aceptar el sufrimiento con resignación, y que Dios permite en nuestro cuerpo para la salvación de las almas.

29 .- Ser católico es tener a Dios como primero en todas las cosas; sea Dios nuestro primer pensamiento al levantarnos por la mañana, y nuestro último pensamiento al acostarnos por la noche.

30 .- Ser católico es rezar todos los día el Santo Rosario de María Santísima; por la paz del mundo, por la conversión de los pecadores, y por el Papa para que encamine a la Iglesia de Jesucristo y a los fieles.

31 .- Ser católico es salir en defensa de la Iglesia católica ante ataques e improperios de parte de otras religiones o pensamientos contrarios a la nuestra, sin injuriar u ofender a nadie, sino con educación, con altura y palabras justas defenderla.

32 .- Ser católico es demostrar ser buen cristiano, deseando siempre el bien de todos, y por sobre todo rezar por la salvación eterna de aquel o aquella, que es contrario a nuestros pensamientos o desea nuestro mal.

33 .- Ser católico es tener un amor especial y filial por María Santísima la Madre de Nuestro Señor Jesucristo, la cual Dios ha colmado de Bienes espirituales increibles y Ella desea dárnoslo através de sus enseñanzas.

Autor: Arnaldo Bazán, corregido y aumentodo


¿PORQUÉ DEBEMOS SER CATÓLICOS?




150 RAZONES PARA SER CATOLICO

Se expone aquí el pensamiento de Dave Armstrong sobre religión y la persona católica; los evangelistas, sobre todo los Protestantes (errores y pensamientos), el Anglicanismo, Presbiterianos, Calvinistas y Bautistas. Reacciones de otras Iglesias, Ortodoxas y Orientales. Todo muy bien expuesto con citas bíblicas donde buscar referencias.

1. La Mejor: Estoy convencido de que la Iglesia Católica se adhiere mucho más íntimamente a toda la información bíblica, ofrece el único panorama coherente de la historia del Cristianismo (como la Tradición Cristiana y Apostólica) y que posee la más profunda y sublime moralidad, espiritualidad, ética social y filosofía cristiana.

2. Razón alternativa: Soy católico porque sinceramente creo que, por virtud de tanta evidencia acumulativa, el Catolicismo es verdadero, y que la Iglesia Católica es la Iglesia visible que Jesús divinamente estableció, en la cuál ni los poderes del infierno podrán prevalecer (Mt 16:18), por tanto, posee una autoridad a la cual, como obligación cristiana, debo someterme.

3. Segunda alternativa: Abandoné el Protestantismo porque estaba seriamente defectuoso en su interpretación de la Biblia (como "sola fe" y muchas otras doctrinas "católicas" -ver evidencias más abajo), inconsistentemente selectivo en sus varias ideas de Tradiciones católicas (como el Canon de la Biblia); era inadecuado en su eclesiología, le faltaba un panorama sensible de historia cristiana (como "Sola Escritura"), su relatividad moral (como en la contracepción, divorcio), y antibíblicamente cismático, anarquista y relativista.

No creo que el Protestantismo sea tan malo sino que estos son algunos de los defectos principales que eventualmente vi como algo fatal a la "teoría" del Protestantismo, comparándolo con el Catolicismo. Todo católico debe considerar como cristianos a todos los Protestantes bautizados, nicenos y calcedonios.

4. El Catolicismo no está formalmente dividido ni es sectario (Jn 17:20-23; Rom 16:17; 1 Cor 1:10-13).

5. La unidad Católica hace que el Cristianismo y Jesús sean creíbles para el mundo (Jn 17:23).

6. A causa de su visión completamente cristiana y sobrenatural, el Catolicismo mitiga la secularización y el humanismo.

7. El Catolicismo evita el individualismo antibíblico que debilita a la comunidad cristiana (ver 1 Cor 12:25-26).

8. El Catolicismo evita el relativismo teológico por medio de la certitud dogmática y la centralidad del papado.

9. El Catolicismo evita la anarquía eclesiástica -uno simplemente no puede brincarse de una denominación a otra cuando se lleva a cabo alguna medida disciplinaria o censura.

10. El Catolicismo formalmente (aunque, tristemente, no siempre en la práctica) previene el relativismo teológico que conduce a las incertidumbres de los laicos dentro del sistema Protestante.

11. El Catolicismo rechaza "La Iglesia de Estado", lo que ha conducido a que los gobiernos dominen el Cristianismo en lugar de que sea al revés.

12. Las Iglesias de Estado Protestantes influyeron grandemente el inicio del nacionalismo lo que vino a mitigar la igualdad universal y el universalismo cristiano (como el Catolicismo).

13. El Cristianismo católico unido (antes del siglo 16) no había sido invadido por las trágicas guerras religiosas las que a su vez condujeron a la "Iluminación" en donde el hombre rechazaba la hipocresía de las guerras que se daban dentro del Cristianismo y decidieron en ser indiferentes a la religión en vez de que la permitieran guiar sus vidas.
14. El Catolicismo mantiene los elementos del misterio (religioso), lo sobrenatural y sagrado que hay en el Cristianismo; por tanto, se opone a sí mismo al secularismo donde el campo de lo religioso en la vida de todos es grandemente limitado.

15. El individualismo Protestante condujo a que el Cristianismo fuera algo privado. A causa de ello el Cristianismo es respetado muy poco tanto en la vida social como política dejando el "campo público" vacío de la influencia cristiana.

16. La falsa dicotomía secular "iglesia contra el mundo" ha conducido a ortodoxos cristianos, en todas partes, a alejarse del campo político, dejando un vacío que se llena de gente pagana, cínica, sin escrúpulos y sedientas de poder. El Catolicismo ofrece un enmarque para dirigirse con responsabilidad cívica al estado.

17. El Protestantismo se inclina demasiado a tradiciones de hombres (cada denominación proviene de la visión de un fundador. Tan pronto como dos o más de éstos se contradicen entre sí, el error se hace necesariamente presente).

18. Las iglesias Protestantes, especialmente evangélicas, son frecuentemente culpables de colocar muy alto a sus pastores. En efecto, cada pastor se convierte en un "papa" en hasta ciertos grados (algunos son "súper papas").
A causa de esto, las congregaciones evangélicas experimentan muy frecuentemente una crisis o separación cuando el pastor se aleja de allí lo que prueba que la filosofía de ellos está centrada en el hombre en lugar de estar centrada en Dios.

19. Dado a una falta de verdadera autoridad y de una estructura dogmática, el Protestantismo está trágicamente vulnerable al espíritu de los tiempos y a lo que está de moda en cuestiones morales.

20. El Catolicismo retiene la sucesión apostólica, que es necesaria para conocer cual es la verdadera Tradición apostólica cristiana. La sucesión apostólica era el criterio para conocer la verdad cristiana que fue usada por los primeros cristianos.

21. Muchos Protestantes tienen una visión muy limitada de la historia cristiana en general, especialmente de los años 313 (la conversión de Constantino) a 1517 (el arribo de Martín Lutero). Esta ignorancia y hostilidad hacia la Tradición Católica conduce al relativismo teológico, al anticatolicismo y a un constante e innecesario proceso de "reinventar la historia."

22. Desde su nacimiento, el Protestantismo era anticatólico y aún lo es hoy día (especialmente el evangelicalismo). Obviamente esto no está bien y tampoco es bíblico si el Catolicismo en efecto es cristiano (porque si no lo es -lógicamente- tampoco lo es el Protestantismo que heredó del Catolicismo el volumen de su teología).
La Iglesia Católica, por otro lado, no es antiprotestante.

23. La Iglesia Católica acepta la autoridad de los grandes Concilios Ecuménicos (ver, por ejemplo, Hechos 15) que definieron y desarrollaron la doctrina cristiana (mucho de lo que el Protestantismo también acepta).

24. La mayoría de los Protestantes no tienen obispos, un oficio cristiano que es bíblico (1 Tim 3:1-2) y que ha existido desde el principio de la historia y Tradición cristiana.

25. El Protestantismo no tiene forma alguna de resolver asuntos doctrinales en carácter definitivo. Lo mejor pueden hacer es que el Protestante individual sólo puede hacer cuentas de cuántos eruditos Protestantes, comentadores, etc., toman ésta o aquélla postura con relación a la doctrina X, Y o Z.
Entre ellos no existe ninguna tradición Protestante unificada.

26. El Protestantismo apareció en 1517, en la historia del Cristianismo es algo tardío, por tanto, no puede ser ninguna "restauración del Cristianismo "puro" y "primitivo" ya que esto es excluido por el hecho de que es absurdamente tardío en su aparición. El Cristianismo debe tener una continuidad histórica o, de otra forma, no es Cristianismo. El Protestantismo, hablando histórica y doctrinalmente, es un "parásito" del Catolicismo.

27. La idea Protestante de "la iglesia invisible" es también una novedad en la historia del Cristianismo y ajena a la Biblia (Mt 5:14; 16:18), por tanto, esta idea es falsa.

28. Cuando los teólogos Protestantes se refieren al Cristianismo primitivo (como cuando refutan a las "sectas"), ellos dicen "la Iglesia enseñó que..." (ya que en ese entonces estaba unificada), pero cuando se refieren al tiempo presente, ellos instintivamente e inconsistentemente evitan tal terminología puesto que la autoridad universal para enseñar la doctrina reside sólo en la Iglesia Católica.

29. La norma Protestante de interpretación privada ha creado un medio social en donde, por lo regular, "sectas" centradas en el ser humano como los Testigos de Jehová, Mormones y Ciencia Cristiana han aparecido. La mismísima idea de que uno puede "empezar" una iglesia es desde su centro una idea Protestante.

30. La carencia una autoridad definitiva de enseñanza cristiana (como el Magisterio de la Iglesia Católica) en el Protestantismo hace que muchos Protestantes individuales piensen que tienen una "línea de comunicación abierta" con Dios sin importarles toda la Tradición e historia cristiana de la exégesis bíblica (una mentalidad de "la Biblia, el Espíritu Santo y yo").
Tal tipo de gente es, teológicamente, mal educada, incapaz de aprender, les falta humildad y no tienen motivo alguno para hacer presuntas declaraciones "infalibles" sobre la naturaleza del Cristianismo.

31. Las "técnicas" de evangelización" del evangelicalismo son frecuentemente maniobras y manipulaciones;
verdaderamente no son estas "técnicas" derivadas de la Biblia. Algunas, hasta cierto grado, parecen lavados de cerebro.

32. El evangelio predicado por muchos evangélicos y ministros Protestantes es uno que está mutilado y abreviado; es individualista placentero al oído. Es, en efecto, una simple "aseguran Saa contra el fuego" más bien que el Evangelio bíblico proclamado por los Apóstoles.

33. El evangelicalismo frecuentemente separa el profundo y transformador arrepentimiento y discipulado radical de su mensaje del Evangelio.

34. La ausencia en el Protestantismo de la idea del sometimiento a la autoridad espiritual se ha estado infiltrando al campo cívico, donde las ideas de "libertad", "derechos" y "opciones" personales ahora predominan hasta cierto grado que se ha desatendido la obligación cívica, vida comunitaria y disciplina con una trágica negligencia para el daño de una sociedad saludable.

35. El Catolicismo mantiene el sentido de lo sagrado, lo sublime, lo santo y hermoso en la espiritualidad.
Se han preservado las ideas de altar y "espacios sagrados" . Muchas iglesias Protestantes no son mas que edificios estructurados como "salas de reuniones", "gimnasios" o "graneros". La mayoría de los hogares Protestantes están más estéticamente formados que sus propias iglesias. De la misma manera, los Protestantes son frecuentemente "adictos a la mediocridad" en su valoración al arte, música, arquitectura, drama, imaginación, etc.

36. El Protestantismo ha descuidado grandemente el lugar de la liturgia en el culto de adoración (con claras excepciones en el Anglicanismo y Luteranismo). Esta es la forma que los cristianos han adorado a través de los siglos y, por tanto, no puede ser fácilmente ignorado.

37. El Protestantismo tiende en oponer materia y espíritu, favoreciendo a éste último: sobre esto, es de alguna forma gnóstico o docético.

38. El Catolicismo mantiene el principio de la Encarnación, donde Jesús toma carne y eleva a la carne y materia a nuevos horizontes espirituales.

39. El Protestantismo limita grandemente, o no cree, en el sacramentalismo, que es, simplemente, la extensión del principio de la Encarnación y la creencia de que la materia puede transmitir la gracia. Algunas sectas (como los Bautistas y muchos Pentecostales) rechazan todos los sacramentos.

40. La excesiva desconfianza de los Protestantes respecto a la carne ("carnalidad") frecuentemente conduce a (en el evangelicalismo o fundamentalismos) a un absurdo legalismo (prohibición de bailes, bebidas, naipes, música "rock", etc.)

41. Muchos Protestantes tienden en separar la vida en categorías; "espirituales" y "carnales", como si Dios no fuera Señor de todo en lo que hay vida. A ellos se les olvida que todos los esfuerzos que no son pecadores son, a final de cuentas, espirituales.

42. El Protestantismo ha removido a la Eucaristía del centro y enfoque de los servicios de adoración cristiano. Algunos Protestantes observan la Eucaristía cada mes o cada tres meses. Esto va en contra de la Tradición de la Iglesia Primitiva.

43. La mayoría de los Protestantes consideran a la Eucaristía como un símbolo. Esto es contrario a la Tradición Cristiana universal hasta el año 1517, y la Biblia (Mt 26:26-8; Jn 6:47-63; 1 Cor 10:14-22; 11:23-30), que han enseñado la Presencia Real (este es otro ejemplo de la antipatía a la materia).

44. Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, el Protestantismo tácitamente ha dejado de considerar al matrimonio como sacramento (Mt 19:4-5; 1 Cor 7:14,39; Ef 5:25-33).

45. Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, el Protestantismo ha abolido el sacerdocio (Mt 18:18) y el sacramento de la ordenación (Hchs 6:6; 14:22; 1 Tim 4:14; 2 Tim 1:6).

46. El Catolicismo mantiene la enseñanza Paulina de la eficacia espiritual de un clero célibe (ver Mt 19:12, 1 Cor 7:8,27,32-3).

47. Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, el Protestantismo ha rechazado el sacramento de la confirmación (Hchs 8:18, Heb 6:2-4).

48. Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, muchos Protestantes han negado el bautismo de infantes y de niños (Hchs 2:38-9; 16:15,33; 18:8; compare con 11:14; 1 Cor 1:16; Col 2:11-12). El Protestantismo se encuentra dividido en cinco campos sobre la cuestión del Bautismo.

49. Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, la gran mayoría de Protestantes niegan la regeneración bautismal (ver Mc 16:16; Jn 3:5; Hchs 2:38; 22:16; Rom 6:3-4; 1 Cor 6:11; Tito 3:5).

50. Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, los Protestantes han rechazado el sacramento de la unción de los enfermos (Extremaunción o "últimos sacramentos") (ver Mc 6:13; 1 Cor 12:9,30; Stgo 5:14-15).

51. Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, el Protestantismo niega la indisolubilidad del matrimonio sacramental y permite el divorcio (Gen 2:24; Mal 2:14-16; Mt 5:32; 19:6,9; Mc 10:11-12; Lc 16:18; Rom 7:2-3; 1 Cor 7:10-14,39).
52. Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, el Protestantismo no cree que la propagación es el propósito y beneficio principal del matrimonio (no forma parte en los votos Protestantes como lo hace en los votos del matrimonio católico) (Gen 1:28; 28:3, Salmo 107:38; 127:3-5).

53. El Protestantismo aprueba la anticoncepción en desafío de la Tradición Cristiana universal (Católica, Ortodoxa y Protestante) hasta 1930 - cuando los Anglicanos empezaron a permitirla- y al hacer esto, también desafían a la Biblia (Gen 38:8-10; 41:52; Ex 23:25-6; Lev 26:9; Dt 7:14; Ruth 4:13; Lc 1:24-5). Hoy día, solamente el Catolicismo mantiene la antigua Tradición contra la mentalidad "anticonceptiva".

54. Contrario a la Tradición Cristiana universal, hasta recientemente, (en algún tiempo del año 1930), y contrario a la Biblia, el Protestantismo, principalmente los liberales, ha aceptado el aborto como una opción moral. (Ver Ex 20:13; Job 31:15; Salmo 139:13-16; Is 44:2; 49:5; Jer 1:5; 2:34; Lc 1:15,41; Rom 13:9-10).

55. El Protestantismo (especialmente las denominaciones liberales) permiten clero femenino (en el anglicanismo permiten mujeres obispos) lo que es contrario a la Tradición Cristiana (incluyendo teología tradicional Protestante) y contrario a la Biblia (Mt 10:1-4; 1 Tim 2:11-15; 3:1-12; Tito 1:6).

56. Entre más y más, el Protestantismo está formalmente y oficialmente comprometiéndose con el feminismo radical que niega los lugares del hombre y la mujer que la Biblia les da (Gen 2:18-23; 1 Cor 11:3-10) y que ha sido mantenida por la Tradición Cristiana (con diferentes papeles pero la misma dignidad).

57. Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, el Protestantismo también está negando, con una frecuencia que aumenta cada ves más, el señorío del esposo en el matrimonio que esto está basado en la Trinidad (ver 1 Cor 11:3; Ef 5:22-33; Col 3:18-19; 1 Pedro 3:1-2). Esto también está basado en una relación de igualdad (1 Cor 11:11-12; Gal 3:28; Ef 5:21).

58. El Protestantismo liberal (principalmente entre los Anglicanos) ha ordenado como pastores a homosexuales activos y ha bendecido sus "matrimonios"; ha enseñado que la homosexualidad es meramente un estilo de vida "alternativo" e involuntario. Esto es contrario a la Tradición Cristiana universal tal y como lo enseña la Biblia (Gen 19:4-25; Rom 1:18-27; 1 Cor 6:9). El Catolicismo mantiene una firme moralidad tradicional.

59. El Protestantismo liberal y el evangelicalismo, entre más y más, han aceptado métodos "del alto criticismo" en la interpretación de la Biblia que ha conducido a la tradicional reverencia Cristiana de la Escritura y la rebaja al grado de un documento humano y falible en daño a su esencia divina e infalible.

60. Muchos Protestantes liberales han desechado muchas doctrinas fundamentales del Cristianismo como la Encarnación, la Resurrección corporal de Cristo, la Trinidad, Pecado Original, infierno, la existencia del diablo, milagros, etc.
61. Anteriormente los fundadores del Protestantismo negaron (y hoy los Calvinistas niegan) la realidad del libre albedrío humano (el libro favorito de Lutero era su propio libro titulado Bondage of the Will - Esclavitud de la voluntad). Esto es contrario a la constante enseñanza de la Biblia, Tradición Cristiana y al sentido común.

62. El Protestantismo clásico tiene una visión deficiente respecto a la caída del hombre (Pecado Original) creyendo que el resultado fue una "total corrupción". De acuerdo con Lutero, Zwinglio y Calvino, el ser humano sólo podía hacer el mal y que no tenía libertad de voluntad para hacer el bien, por tanto, ahora tiene una "naturaleza de pecado".
El Catolicismo, por otro lado, cree que, en una forma misteriosa, el ser humano coopera con la gracia de Dios que es lo que siempre precede toda buena acción. En el Catolicismo, la naturaleza del hombre aún mantiene mucho que tiene a bien, aunque está propenso a pecar ("concupiscencia").

63. El Protestantismo clásico, especialmente el Calvinismo, hace a Dios el autor del mal. De acuerdo con esto, Dios supuestamente conduce al hombre a que haga el mal y que viole sus preceptos sin que tenga la libertad para evitarlo. Esto es blasfemo y convierte a Dios en un demonio.

64. Con lo anterior (el hombre no tiene libre albedrío), en el protestantismo clásico, y en la enseñanza Calvinista, Dios predestina al hombre a condenarse en el infierno, sin que el hombre nada pueda hacer, sea bueno, o sea malo. 65. El Protestantismo clásico, y el Calvinismo, falsamente enseña que Jesús murió sólo por los elegidos (los que van a ir al cielo). 66. Dado a su falsa noción del Pecado Original, el Protestantismo clásico (especialmente Lutero), y el Calvinismo, niegan la eficacia y la capacidad de la razón humana para que hasta cierto grado conozca a Dios (ambas partes están de acuerdo que la revelación y la gracia son también necesarias), y que la razón se opone a Dios y a la fe; esto es contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia (Mc 12:28; Lc 10:27; Jn 20:24-9; Hchs 1:3; 17:2,17,22-34; 19:8). Hoy día los mejores apologistas Protestantes simplemente recurren a la heredad Católica de Santo Tomás de Aquino, San Agustín y muchos otros grandes pensadores.

67. El Protestantismo Pentecostal o carismático pone un gran énfasis en la experiencia religiosa sin balancearla adecuadamente con la razón, la Biblia y la Tradición (incluyendo la autoridad de la Iglesia para pronunciar sobre la validez de "revelaciones privadas")

68. Otros Protestantes (muchos Bautistas por ejemplo) niegan que los dones espirituales están hoy día presentes (supuestamente terminaron con los Apóstoles).

69. El Protestantismo tiene contradictorias ideas de lo que es el gobierno eclesial, o eclesiología (episcopal, presbiterial, congregacional o ninguna autoridad), por tanto es imposible la disciplina, la unidad y el orden. Algunas sectas llegan a declarar que tienen "apóstoles" o "profetas" entre ellos, con todos los abusos de la autoridad que resulta de esto.

70. El Protestantismo (esp. evangelicalismo) tiene una desmedida fascinación por "el fin del mundo" y esto ha conducido a creaciones de antibíblicas cronologías que predicen a dicho fin (Mt 24:30-44; 25:13; Lc 12:39-40) creando, también, mucha tragedia humana entre aquellos que creen y se adhieren a tales falsa profecías.

71. El gran énfasis del evangelicalismo sobre el "inminente" fin del mundo ha creado, con mucha frecuencia, una mentalidad de descuido, que ha resultado dañoso para las sensibilidades sociales, políticas, éticas y económicas de aquí en la tierra.

72. El pensamiento Protestante tiene las características de ser "dichotomous," es decir, separa las ideas en campos más o menos exclusivos y mutuamente hostiles, cuando que, de hecho, muchas de las bifurcaciones son más bien complementarias que contradictorias. El Protestantismo adopta el "tomas esto o lo otro" mientras que el Catolicismo "toma esto y lo otro". Siguen varios ejemplos:

73. El Protestantismo pone a la Palabra (Biblia, predicación) contra los sacramentos.

74. El Protestantismo acepta la devoción interior y está en contra de la Liturgia.

75. El Protestantismo opone culto espontáneo a oraciones formuladas.

76. El Protestantismo separa la Biblia de la Iglesia.

77. El Protestantismo crea una falsa dicotomía de Biblia contra Tradición.

78. El Protestantismo pone a la Tradición contra el Espíritu Santo.

79. El Protestantismo considera como contradictoria la autoridad eclesial y la libertad de conciencia.

80. El Protestantismo (especilamente Lutero) coloca al Antiguo Testamento en contra del Nuevo Testamento aunque el mismo Jesús nunca hiciera esto (Mt 5:17-19; Mc 7:8-11; Lc 24:27,44; Jn 5:45-47).

81. Sobre estas mismas bases, que no son bíblicas, el Protestantismo opone la ley a la gracia.
82. El Protestantismo crea una falsa separación entre el simbolismo y la realidad sacramental (por Ej., Bautismo, Eucaristía).

83. El Protestantismo separa lo individual de la comunidad Cristiana. (1 Cor 12:14-27).

84. El Protestantismo confunde la veneración de los santos a la adoración de Dios. La teología Católica no permite la adoración a los santos en ninguna forma ya que está solamente dirigida a Dios. Se honra a los santos, pero no se les adora, solo al Dios Creador se le debe de adorar.

85. La antihistórica perspectiva de muchos Protestantes conduce a muchas personas a pensar que el Espíritu Santo les está hablando, pero, en efecto, El les había estado hablando a las multitudes de cristiano por 1500 años antes de que empezara el Protestantismo.

86. Fallas en las ideologías originales Protestantes han conducido, en reacción, a errores aún peores. Por ejemplo, la extrínseca justificación, ingeniada para asegurar la predominación de la gracia, llegó a prohibir cualquier señal exterior de su presencia ("fe contra obras", "sola fide").
El Calvinismo, con su cruel dios, desilusionó al hombre hasta el grado de que se convirtieron en Unitarianos.
Muchos fundadores de sectas de origen reciente empezaron como calvinistas (Testigos de Jehová, Ciencia Cristiana, etc.).

87. El evangelicalismo está inescrituralmente obsesionado (típicamente en la moda Norteamericana) con celebridades (tele evangelistas).

88. El evangelicalismo está obsesionado con la falsa idea de que grandes números en una congregación (o un rápido crecimiento) es señal de la presencia de Dios en una forma especial; como si fuera Su bendición excepcional. A ellos se les olvida que el Mormonismo también está creciendo a grandes pasos. Dios nos llama a la fidelidad más bien que al "éxito"; a la obediencia y no a estadísticas.

89. El evangelicalismo frecuentemente recalca el crecimiento de números más bien que el crecimiento individual de la fe. 90. El evangelicalismo, en el presente, está obsesionado con auto-suficiencia, auto-ayuda y, frecuentemente, con un patente egoísmo en lugar de la tradicional predicación sobre el sacrificio, sufrimiento y servicio Cristianos.

91. El evangelicalismo tiene una truncada e insuficiente visión del lugar que el sufrimiento tiene en la vida Cristiana. En vez de eso, están floreciendo movimientos como "salud y riqueza" y "pídelo y tómalo" dentro del Protestantismo pentecostal, lo cual tiene un panorama de posesiones que no están en armonía ni con la Biblia ni con la Tradición Cristiana.

92. El evangelicalismo ha adoptado una perspectiva mundana que es, en muchas formas, más capitalista que Cristiana. La riqueza y el logro personal se busca más que la santidad, y es considerado como prueba del favor de Dios, como con los Puritanos y el pensamiento secularizado que es puesto encima de las enseñanzas de la Biblia y el Cristianismo.
93. El evangelicalismo está cada vez más tolerando posturas izquierdistas extremas que no están de acuerdo con la visión Cristiana, especialmente en sus seminarios y escuelas.

94. El evangelicalismo está cada vez más tolerando heterodoxia y liberalismo teológicos hasta cierto grado que muchos líderes evangélicos se han alarmado y, esto, predice un decline de normas heterodoxias.

95. Grupos de "confesión positiva" en el evangelicalismo pentecostal han adoptado una idea de Dios como una "bolsa cósmica" que está a la disposición de los caprichos frívolos y deseos del momento. Esto niega la absoluta soberanía y la libertad de Dios en no escuchar oraciones impropias (Stgo. 4:3; 1 Jn 5:14).

96. Las sectas arriba mencionadas con frecuencia enseñan que cualquiera, con suficiente "fe" puede ser sanado, pero esto es contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia (como, por ejemplo, el "aguijón a mi carne " de San Pablo"[1], que es considerado por muchos comentaristas Protestantes como una enfermedad).

97. El evangelicalismo, por sus propias auto-críticas, está terriblemente infectado por el pragmatismo, la falsa idea filosófica de que "cualquier cosa que funciona, es verdadera o correcta. El Evangelio, especialmente en la televisión, es vendido de la misma manera que son vendidas las hamburguesas de McDonalds; Rápido y en la comodidad de su hogar. La tecnología, la mercadotecnia masiva y habilidades de relaciones públicas han reemplazado grandemente el cuidado personal y pastoral para los marginados, los irreligiosos y los que están alejados de la Iglesia.

98. En el evangelicalismo el pecado es considerado, con mucha frecuencia, como un fallo psicológico o una carencia de auto-estima, en lugar de que se considere que verdaderamente es: una voluntaria rebelión contra Dios.

99. El Protestantismo, en todos los elementos esenciales, simplemente toma "prestado" doctrinas de la Tradición Católica o, lo mismo, las distorsiona. Todas las doctrinas que tanto los Católicos como los Protestantes creen, son claramente de origen católico (Trinidad, Nacimiento Virginal, Resurrección, Segunda Venida, Canon de la Biblia, cielo, infierno, etc.).

Aquéllas donde difiere el Protestantismo son usualmente distorsiones de los predecesores Católicos, por ejemplo, el Cuaquerismo es una variación del Pietismo católico. El Calvinismo es una obsesión con la doctrina Católica de la soberanía de Dios pero tomada más allá de lo que el Catolicismo ha enseñado (negación del libre albedrío, corrupción total, doble predestinación, etc.) Las dicotomías Protestantes, como fe contra las obras, provienen del nominalismo que era, a sí mismo, una forma corrupta del Escolasticismo que nunca fue dogmáticamente aprobado por la Iglesia Católica.

Cualquier substancia o verdad que esté presente en cada idea Protestante es siempre derivada del Catolicismo, el cual es el cumplimiento de las más profundas y mejores aspiraciones dentro del Protestantismo.

100. Una de las bases fundamentales del Protestantismo es sola Scriptura- sólo la Escritura, que ni es bíblica (ver abajo), ni histórica (pues no existía antes del siglo 16), ni lógica.

101. La Biblia no contiene toda la enseñanza de Jesús, o del Cristianismo como muchos Protestantes creen (Mc 4:33; 6:34; Lc 24:15-16,25-27; Jn 16:12; 20:30; 21:25; Hchs 1:2-3).

102. Sola Scriptura es un abuso de la Biblia ya que es un uso de la Biblia que es contrario a su propio testimonio ya sea implícito o explícito y, también, es un abuso contra la Tradición. Una lectura objetiva de la Biblia conduce a uno a la Tradición y a la Iglesia Católica en vez de que sea lo opuesto. La Biblia, de hecho, es en sí misma una innegable Tradición Cristiana.

103. El Nuevo Testamento al principio ni fue escrito ni fue recibido como la Biblia sino que sucedió gradualmente (los primeros Cristianos no pudieron haber creído en sola Scriptura como lo hace el Protestantismo, al menos que se refieran solamente al Antugüo Testamento).

104. La tradición no es una mala sección en la Biblia. La palabra griega paradosis se refiere a algo que es transmitido de una persona a otra (sea bueno o malo). De la Tradición buena (Cristiana) se habla en 1 Cor 11:2; 2 Tes 2:15, 3:6, y en Col 2:8. En esta última se contrasta con las tradiciones de los hombres.

105. la Tradición Cristiana, de acuerdo a la Biblia, puede ser oral o escrita (2 Tes 2:15; 2 Tim 1:13-14; 2:2). San Pablo no hace distinción cualitativa entre las dos formas.

106. Las frases "Palabra de Dios" o "Palabra del Señor" en Hechos y las epístolas casi siempre se refieren a la predicación oral, no a la misma Biblia. Mucho de la Biblia fue originalmente oral (por Ej., toda la enseñanza de Cristo -pues El nada escribió- el sermón de San Pedro en el día de Pentecostés, etc.).

107. Contrario a muchas declaraciones Protestantes, Jesús no condenó todas las tradiciones, tampoco San Pablo lo hizo. Es en Mt 15:3,6; Mt 7:8-9,13, donde el Señor condena únicamente la tradición corrupta de los fariseos.

108. La palabra griega paradidomi, o "entregar" la Tradición Apostólica ocurre en Lc 1:1-2; Rom 6:17; 1 Cor 11:23; 15:3; 2 Pedro 2:21; Judas 3. Paralambano, o "recibir" la Tradición Cristiana ocurre en 1 Cor 15:1-2; Gal. 1:9,12; 1 Tes 2:13.

109. Los conceptos de "Tradición," "Evangelio," "Palabra de Dios," "doctrina," y "la Fe" son esencialmente sinónimos y todos son predominantemente orales. Por ejemplo en las epístolas a los Tesalonicenses San Pablo usas tres de estos conceptos intercambiablemente (2 Tes 2:15; 3:6; 1 Tes 2:9,13 (Cf. Gal 1:9; Hchs 8:14). Si Tradición es una mala palabra, ¡también lo es "evangelio" y "palabra de Dios"!.

110. En 1 Tim 3:15, San Pablo coloca a la Iglesia sobre la Biblia como fundamento de la verdad tal y como se hace en el Catolicismo.

111. El "texto prueba" principal del Protestantismo para sola Scriptura, 2 Tim 3:16, fracasa ya que dice que la Biblia es útil, pero no suficiente, para aprendizaje o justificación. El Catolicismo está de acuerdo que la Biblia es admirable para estos propósitos, pero no en una forma exclusiva como en el Protestantismo.
También, cuando San Pablo aquí habla de la "Escritura", el NT todavía no existía (no existió por más de 300 años más) así que él sólo se estaba refiriendo al AT. Esto significaría que el NT no era necesario como única regla de fe, ¡si es que sola Scriptura es cierto y si fue supuestamente aludida en este versículo!.

112. Siendo verdaderos los 11 factores de arriba, el Catolicismo mantiene que toda su Tradición es consistente con la Biblia, aún donde la Biblia es silenciosa o donde meramente es implícita en un tema. Para el Catolicismo cada doctrina no tiene que ser encontrada principalmente en la Biblia, pues esta es la postura Protestante de sola Scriptura.
Por otro lado, la mayoría de los teólogos Católicos declaran que todas las doctrinas católicas pueden ser encontradas, de alguna forma, en la Biblia, ya sea en forma de semilla o por derivación.

113. Como han señalado eruditos evangélicos, una postura extrema de la doctrina de sola Scriptura puede convertirse en "bibliolatría" ; una adoración de la Biblia en lugar de a Dios quien es su Autor. Esta mentalidad es parecida a la visión Musulmana de la Revelación, donde ningún elemento para nada fue involucrado.
La Sola Scriptura, correctamente entendida desde una perspectiva Protestante más sofisticada, significa que la Biblia es la autoridad final en el Cristianismo y no el registro de todo lo que Dios ha dicho y hecho como muchos evangélicos creen.

114. El Cristianismo es inevitable e intrínsicamente histórico. Todos los eventos de Jesús (Encarnación, Crucifixión, Resurrección, Ascensión, etc.) son históricos igualmente con la predicación de los Apóstoles- la Tradición, entonces, es inevitable contrariamente a las numerosas reclamaciones Protestantes que dicen que sola Scriptura aniquila a la Tradición.
Esto es cierto para grandes asuntos (eclesiología, trinitariansimo, justificación) y pequeños asuntos (como los fondos eclesiásticos, tipo de música en la Liturgia, la duración de sermones, etc.) Cada negación de una tradición en particular incluye una desviación (ya sea oculta o abierta) hacia la propia tradición alternativa de uno (por ejemplo, si toda autoridad eclesial es despreciada, aún la autonomía o "tradición" individualista tiene que ser defendida, de alguna forma, como una perspectiva Cristiana).

115. Sola Scriptura, literalmente, no puede ser verdadera ya que, prácticamente hablando, para la mayoría de los Cristianos a través de la historia, no podían tener una copia de la Biblia pues la imprenta no existió sino hasta el siglo 15.
La predicación y la Tradición oral, junto con otras cosas como prácticas devocionales, días de guardar, arquitectura y arte sagrado, fueron los principales transmisores del Evangelio por 1400 años. En todos estos siglos, sola Scriptura hubiera sido considerada como un absurdo abstracto e imposibilidad.

116. El Protestantismo dice que la Iglesia Católica ha "añadido a la Biblia." La Iglesia Católica responde que ella solamente ha extraído las implicaciones de la Biblia (desarrollo de la doctrina), y que ha seguido el entendimiento de la Iglesia primitiva y dice que el Protestantismo ha "suprimido" largas porciones de la Biblia que sugieren posturas católicas. Cada lado piensa que el otro no es bíblico, pero en diferentes formas.

117. La Sola Scriptura es el "talón de Aquiles" del Protestantismo. Mientras existan múltiples interpretaciones, sola Scriptura no soluciona el problema de la autoridad y certidumbre. Si la Biblia fuera tan clara y explícita en el grado de que todos los Protestantes estuvieran de acuerdo por su lectura con una disposición de aceptar y seguir sus enseñanzas, esto sería una cosa, puesto que este no es el caso (la multiplicidad de denominaciones lo demuestra), sola Scriptura es solo un sueño.

Sobre lo que los Protestantes están de acuerdo, es ¡que el Catolicismo es erróneo! De todas las doctrinas Protestantes, la "claridad" de la Biblia es seguramente la más absurda y demostrablemente falsa por el registro histórico.

118. Visto lo anterior de otra forma, tener una Biblia no hace que la interpretación de uno sea infalible. La interpretación es tan inevitable como la tradición. La Iglesia Católica, por tanto, es absolutamente necesaria para poder hablar autoritativamente y prevenir confusión, error y división.

119. El Catolicismo no considera a la Biblia como obscura, misteriosa e inaccesible sino que está vigilante para protegerla de toda exégesis arbitraria y aberrante (2 Pedro 1:20, 3:16). Las mejores tradiciones Protestantes buscan lo mismo, pero son inadecuadas e ineficientes ya que se encuentran fragmentados entre sí.

120. El Protestantismo tiene un gran problema con el Canon del NT. El proceso para determinar los libros exactos que constituyen el NT duró hasta el año 397 de nuestra era, cuando el Concilio de Cartago pronunció infaliblemente que la Biblia no se "autentifica en sí misma", como cree el Protestantismo.

Algunos Cristianos sinceros, devotos y con estudios dudaron la canonicidad de algunos libros que hoy tenemos en la Biblia. otras personas consideraban otros libros como Escritura pero no fueron incluidos en el Canos. San Atanasio, en el año 367, fue el primero en enumerar todos los 27 libros del NT como Escritura.

121. El Concilio de Cartago, al decidir el Canon de toda la Biblia en el año 397, incluyó los llamados libros "apócrifos" que los Protestantes sacaron de la Biblia. Antes del siglo 16 los Cristianos consideraban esos libros como Escritura y ni siquiera estaban separados de los otros libros, como hoy lo están en algunas Biblias Protestantes que los incluyen.
El Protestantismo acepta la autoridad de este Concilio para el NT pero no la acepta para el AT. Es la misma forma que arbitraria o selectivamente acepta o niega otros decretos conciliares.

122. Contrario al mito Protestante y anticatólico, la Iglesia Católica siempre ha tenido a la Biblia en alta estima, y nada ha suprimido de ella (protestó contra algunas traducciones Protestantes, pero los Protestantes en ocasiones han hecho lo mismo con versiones Católicas).

Esto es probado por el laborioso cuidado de monjes que protegían y copiaban los manuscritos, y, también, por las constantes versiones traducidas en lenguas vernáculas (en oposición a las falsedades de solo Biblias en latín) entre otras evidencias indisputables e históricas. La Biblia es un Libro Católico, y no importa qué tanto los Protestantes la estudien y la proclamen peculiarmente como de ellos, ellos tienen que reconocer que es a la Iglesia Católica que deberían de agradecer por haber decidido el Canon y por haber preservado intacta la Biblia por 1400 años.

¿Cómo puede estar la Iglesia Católica "contra la Biblia", como dicen muchos anticatólicos, y al mismo tiempo preservándola y honrándola por tantos años?

El solo pensamiento es absurdo así como que se refuta a sí mismo. Si el Catolicismo en realidad es tan malvado, como los anticatólicos quieren que creamos, el Protestantismo debería de formar su propia biblia en lugar de usar la que la Iglesia Católica ha entregado.

123. Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, el Protestantismo niega el Sacrificio de la Misa, (Gen 14:18; Salmo 110:4; Is 66:18,21; Mal 1:11; Heb 7:24-5; 13:10; Ap 5:1-10/cf. 8:3; 13:8). El Catolicismo, se tiene que recalcar, no cree que Jesús es sacrificado nuevamente en cada Misa; más bien, cada Misa es una representación del único Sacrificio en el Calvario, que trasciende al tiempo y al espacio como en Ap 13:8.

124. El Protestantismo no cree en el desarrollo de la doctrina, lo cual es contrario a la Tradición Cristiana y en muchas implícitas indicaciones en la Biblia. Siempre que la Biblia se refiere al conocimiento que aumenta y a la madurez de individuos cristianos, una idea semejante al desarrollo está allí presente.

Aún más, muchas doctrinas se desarrollan n la Biblia ante nuestros propios ojos ("revelación progresiva"). Algunos ejemplos son la vida futura, la Trinidad, la aceptación de los gentiles, etc. Doctrinas que el Protestantismo acepta completamente del Catolicismo, como la Trinidad y el Canon de la Biblia, se desarrollaron en el transcurso de la historia de los primeros tres siglos del Cristianismo. Es ingenuo tratar de negar esto.

La Iglesia es el "Cuerpo" de Cristo, es un organismo vivo que crece y se desarrolla como todo cuerpo con vida. La Iglesia no es una estatua que de vez en cuando tiene que limpiarse como muchos Protestantes parece que así piensan.

125. El Protestantismo separa justificación de la santificación, lo que es contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia ( Mt 5:20; 7:20-24; Rom 2:7-13; 1 Cor 6:11; 1 Pedro 1:2).

126. El Protestantismo opone la fe contra las obras (sola fide), pero este es un rechazo de la Tradición Cristiana y la explícita enseñanza de la Biblia (Mt 25:31-46; Lc 18:18-25; Jn 6:27-9; Gal 5:6; Ef 2:8-10; Fil 2:12-13; 3:10-14; 1 Tes 1:3; 2 Tes 1:11; Heb 5:9; Stgo 1:21-7; 2:14-16).
Estos textos también indican que la salvación es un proceso y no, como en el Protestantismo, una evento instantáneo.
127. El Protestantismo rechaza la Tradición Cristiana y enseñanza bíblica del mérito, o recompensa, de nuestras buena obras llevadas a cabo por la fe (Mt 16:27; Rom 2:6; 1 Cor 3:8-9; 1 Pedro 1:17; Ap 22:12).

128. La doctrina Protestante de la justificación extrínseca, atribuida o exterior contradice a la Tradición Cristiana y a la doctrina bíblica de la justificación infusa, actual, interior y transformadora (que incluye santificación): Salmo 51:2-10; 103:12; Jn 1:29; Rom 5:19; 2 Cor 5:17; Heb 1:3; 1 Jn 1:7-9.

129. Muchos Protestantes (especialmente Presbiterianos, Calvinistas y Bautistas) Creen en la seguridad de salvación, o perseverancia de los santos (la creencia de que uno no puede perder su "salvación," supuestamente obtenida en un tiempo determinado). Esto es contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia: 1 Cor 9:27; Gal 4:9; 5:1,4; Col 1:22-3; 1 Tim 1:19-20; 4:1; 5:15; Heb 3:12-14; 6:4-6; 10:26,29,39; 12:14-15; 2 Pedro 2:15,20-21; Ap 2:4-5.

130. Contrario al mito Protestante y anticatólico, la Iglesia Católica no enseña que uno se salva por las obras aparte de la gracia precedente, sino que enseña que las obras son inseparables como en Santiago capítulos 1 y 2.
Esta herejía de la cual la Iglesia Católica es frecuentemente acusada fue condenada en el Segundo Concilio de Orange en el año 529 d.C. la herejía es conocida como pelagianismo que enseña que el hombre puede salvarse a sí mismo por medio de sus esfuerzos naturales sin la necesaria gracia sobrenatural de Dios.

Una doctrina más moderada es el semipelagianismo que también fue condenado. Continuar en acusar a la Iglesia Católica de esta herejía es una señal de imparcialidad y una manifiesta ignorancia de teología, así como ignorancia de la clara enseñanza del Concilio de Trento (1545-63) que está al alcance de todos para ser estudiada. Sin embargo, el mito aún sigue extrañamente persistiendo.

131. Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, El Protestantismo casi ha eliminado la práctica de la confesión a un sacerdote (o al menos a un ministro o pastor) - ver Mt 16:19; 18:18; Jn 20:23.

132. el Protestantismo no cree en la penitencia, o castigo temporal para el pecado ya perdonado, y esto es contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, (ver, por ejemplo, Num 14:19-23; 2 Sam 12:13-14; 1 Cor 11:27-32; Heb 12:6-8).
133. El Protestantismo tiene un concepto muy limitado de la mortificación de la carne, o de sufrir con Cristo: Mt 10:38; 16:24: Rom 8:13,17; 1 Cor 12:24-6; Fil 3:10; 1 Pedro 4:1,13.

134. De la misma manera, el Protestantismo ha perdido la doctrina del sufrimiento redentor de los cristianos con Cristo para el bien de todos: Ex 32:30-32; Num 16:43-8; 25:6-13; 2 Cor 4:10; Col 1:24; 2 Tim 4:6.

135. El Protestantismo ha rechazado la doctrina del purgatorio como consecuencia de su falsa perspectiva de la justificación y penitencia, y esto lo hace a pesar de la mucha evidencia que se encuentra en la Escritura: Is 4:4; 6:5-7; Miq 7:8-9; Mal 3:1-4; 2 Macabeos 12:39-45; Mt 5:25-6; 12:32; Lc 16:19-31 (Cf. Ef 4:8-10; 1 Pedro 3:19-20); 1 Cor 3:11-15; 2 Cor 5:10; Ap 21:27.

136. El Protestantismo ha rechazado (principalmente a causa de malos entendidos) la doctrina Católica de las indulgencias, que es, simplemente, la remisión que la Iglesia ofrece (apoyada en Mt 16:19; 18:18, and Jn 20:23) por las penas temporales del pecado (penitencia). Esto no es diferente de lo que San Pablo hizo referente a un hermano que había errado en la Iglesia de Corintio.

San Pablo primero impuso una penitencia sobre él (1 Cor 5:3-5), después remitió parte de esa penitencia (una indulgencia) en 2 Cor 2:6-11. Sólo porque ciertos abusos ocurrieron antes de la Rebelión Protestante (admitidos y corregidos por la Iglesia Católica) no es motivo para deshacerse de una doctrina que es bíblica.
Pero es típico del Protestantismo en "quemar la casa en lugar de limpiarla"; de "tirar al niño junto con el agua que lo bañó."

137. En oposición a la Tradición Cristiana y a la Biblia, el Protestantismo niega oraciones por los difuntos (ver Tobías 12:12; 2 Macabeos 12:39-45; 1 Cor 15:29; 2 Tim 1:16-18; estos son versículos que también tienen que ver con el purgatorio ya que esas oraciones son para los santos que allí están).

138. El Protestantismo, sin base bíblica, rechaza la intercesión que por nosotros hacen los santos que están en el cielo y la correspondiente invocación de los santos por sus efectivas oraciones (Stgo 5:16). La Tradición Cristiana y la Biblia, por otro lado, han mantenido esta práctica: los santos en el cielo están conscientes de asuntos aquí en la tierra (Mt 22:30 y compare con Lc 15:10 y 1 Cor 15:29; Heb 12:1), se aparecen en la tierra e interactúan con el hombre (1 Sam 28:12-15; Mt 17:1-3, 27:50-53; Ap 11:3), y, por tanto, pueden interceder por nosotros y nosotros podemos pedirles sus oraciones de la misma manera que hacemos con los cristianos aquí en la tierra (2 Macabeos 15:14; Ap 5:8; 6:9-10).

139. Algunos Protestantes, a pesar de la Tradición Cristiana y de la Biblia, no creen en Ángeles Guardianes (Salmo 34:7; 91:11; Mt 18:10; Hchs 12:15; Heb 1:14).

140. Contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia, muchos Protestantes niegan que los ángeles pueden interceder por nosotros (Ap 1:4; 5:8; 8:3-4).

141. A pesar de la desarrollada Tradición Cristiana e indicaciones en la Biblia, el Protestantismo rechaza la Inmaculada Concepción de María, vea Gen 3:15; Lc 1:28 ( las palabras "llena de gracia" son interpretadas por los Católicos, en bases linguísticas, como "sin pecado"; el Arca de la Alianza es vista como una prefiguración, o tipo, de María (ver Lc 1:35 y comparar con Ex 40:34-8; Lc 1:44 w/ 2 Sam 6:14-16; Lc 1:43 comparar con 2 Sam 6:9: la presencia de Dios requiere una extraordinaria santidad).

142. A pesar de la desarrollada Tradición Cristiana e indicaciones en la Biblia, el Protestantismo rechaza la Asunción de María: Si María, en efecto, estaba sin pecado, ella no tendría que pasar por la putrefacción de la muerte (Salmo 16:10; Gen 3:19).
Eventos semejantes en la Biblia no hacen ni improbable o "antibíblica" a la Asunción (como, por ejemplo, con Enoc: ver Gen 5:24, comparar con Heb 11:5; con Elias: 2 Re 2:11; con Pablo: 2 Cor 12:2-4; comparar con la doctrina Protestante del "Rapto", 1 Tes 4:15-17 y los santos resucitados: Mt 27:52-3).

143. Muchos (¿casi todos?) Protestantes niegan la virginidad perpetua de María a pesar de la Tradición Cristiana (incluyendo la unánime aceptación de los fundadores Protestantes como Lutero, Calvino, Zwinglio, etc.
Algunas evidencias bíblicas apoyan esta doctrina y algunos Protestantes la aceptan, pero esto es muy profundo para aquí tratar en forma breve.

144. El Protestantismo niega la Maternidad Espiritual de María para los cristianos, lo cual es contrario a la Tradición Cristiana y a la Biblia (Jn 19:26-7: "he ahí tu madre"; en Ap 12:1,5,17 los cristianos son descritos com la "semilla" de ella).

Los Católicos creen que María está incomparablemente más viva que nosotros y, por tanto, las oraciones de ella por nosotros son muy efectivas (Stgo 5:16; Ap 5:8; 6:9-10). Pero, en nuestra condición de creaturas creadas por el Creador, María es nuestra hermana. Ella nunca opera aparte de las gracias necesarias de parte de su Hijo, y ella nunca se glorifica a sí misma sino a su Hijo tal y como lo recalca la teología Católica.

145. El Protestantismo rechaza el papado, a pesar de la profunda Tradición Cristiana y la fuerte evidencia que la Biblia presenta sobre la preeminencia de Pedro y la comisión de Jesús como la Roca de su Iglesia.
Nadie niega que Pedro fue, de alguna manera, un líder entre los Apóstoles. El papado, tal y como lo conocemos, es derivado de esta primacía: los siguientes textos, Mt 16:18-19; Lc 22:31-2; Jn 21:15-17 son los textos "papales" más directo.
El nombre de Pedro aparece al principio en todas las listas de los apóstoles, aún un ángel implica que él es el líder de los Apóstoles (Mc 16:7), y él es aceptado como tal (Hchs 2:37-8,41). Pedro obra el primer milagro del tiempo de la Iglesia (Hchs 3:6-8), pronuncia la primer anatema (Hchs 5:2-11), resucita muertos (Hchs 9:40), es el primero en recibir a los gentiles (Hchs 10:9-48), y su nombre es mencionado más que a ninguno de los otros discípulos puestos por junto (191 veces). En la Biblia mucha evidencia semejante puede ser encontrada.

146. Desde el principio, la Iglesia de Roma y los Papas fueron cruciales par el gobierno y dirección teológica y ortodoxia de la Iglesia Cristiana. Esto es innegable. Todos los grupos históricos hoy considerados como heréticos tanto por Protestantes como por Católicos fueron originalmente juzgados como tales por Papas y/o Concilios Ecuménicos presididos y ratificados por los Papas.

147. En su desesperación por complementar algún tipo e continuidad histórica aparte de la Iglesia Católica, el Protestantismo en ocasiones se esfuerza en reclamar una línea de las sectas medievales como los Valdenses, Cataros y Albigenses (y algunas veces a grupos anteriores como los Montanistas o Donatistas). Sin embargo, este esfuerzo está condenado a fallar cuando uno estudia profundamente lo que esas sectas creían.

Ellos mantenían mucha enseñanza Católica, anatema para los protestantes, o mantenían ideas heréticas antitéticas a todo el Cristianismo (Católico, Protestante u Ortodoxo), o ambos, haciendo de esta teoría Protestante bien dudosa.

148. La Iglesia Católica tiene la más sofisticada y cuidadosa filosofía socio-económica y política Cristiana; una mixtura de elementos "progresivos" y "conservativos distintos de la común retórica política y maquiavelica que típicamenge dominan el campo político. El Catolicismo tiene la mejor visión de la Iglesia con relación al Estado así como con la cultura.

149. El Catolicismo tiene la mejor filosofía Cristiana y perspectiva del mundo, formada a través de siglos de reflexión y experiencia. Así como su reflexión y desarrollo teológico, la Iglesia Católica es inefablemente sabia y profunda y, hasta cierto grado, verdaderamente maravillosa e indicativa del seguro sello divino.

Justo antes de que me convirtiera al Catolicismo, solía maravillarme en cómo la Iglesia Católica podía ser tan correcta en muchas cosas. Yo estaba acostumbrado a pensar, como buen evangélico, que la verdad siempre es una mezcla (por mí seleccionada) de ideas que proceden de muchas denominaciones Protestantes así como del Catolicismo y la Ortodoxia pero, que al mismo tiempo, ninguna tenía la verdad completa. Pero, ¡sorpresa! La Iglesia Católica, después de todo, tiene esa Verdad completa.

150. Por último, pero no al último, el Catolicismo tiene la mas sublime espiritualidad y vigor devocional manifestado en miles de formas diferentes; desde el ideal monástico, al heróico celibato del clero y de religiosos y religiosas; los hospitales Católicos, la nítida santidad de un Tomás a Kempis o un San Ignacio con sus grandes libros devocionales; infinidad de santos -tanto canonizados como desconocidos; una Madre Teresa, un Juan Pablo II o un Papa Juan XXIII; los primeros mártires, un San Fransisco de Asis; os eventos en Lourdes y Fátima; el vivo intelecto y sabiduría del Arzobispo Fulton Sheen, San Juan de la Cruz; el santo valor de un Chesterton o un Muggeridge; ancianas y ancianos, jóvenes, adultos haciendo el Vía crucis o resando el Rosario, atendiendo la Hora Santa,y...- la lista puede seguir y seguir.

Este ánimo devocional es inimitable en su alcance y profundidad a pesar de muy buenas contrapartes en la espiritualidad Protestante y Ortodoxa.

Autor: by Dave Armstrong, 1992.

Traducido desde Morelos, Coahuila, México (2002)

Frases y Dichos


Nunca debemos hablar bien ni mal de nosotros mismos. Si hablamos bien no nos creerán, y si hablamos mal nos creerán fácilmente. (Confucio)

Un capitán atemorizado, atemoriza a su tripulación. (Lester Sinclair)

Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta. (R. W. Emerson)

La amistad como la sombra vespertina, se ensancha en al ocaso de la vida. (J. La Fontaine)

No hay en la tierra vida más honrada que la que uno se labra con sus propios brazos. (J. Martí)

Enseña a tus hijos a amar y a respetar la vida, y tendrás quien te cuide cuando seas anciano. (Chino)

2 de noviembre de 2013

Santísimo Nombre de María.

150 Razones para ser Católico--->
<---Señor, ¿son pocos los que se salvan?


La devoción a Jesús por medio de María ha sido progresiva a lo largo de toda la historia de la Santa Iglesia Católica. Mientras que algunos miembros de la Iglesia han escrito acerca de la Santísima Virgen María antes del siglo IV (cuarto), no fue sino hasta después de su muerte que su nombre se había convertido en algo muy popular entre la comunidad cristiana.

En el otoño de 1683, el Papa Inocencio XI ordenó que la fiesta del Santísimo Nombre de María se celebra cada año en la Iglesia universal como un monumento perpetuo de la victoria del Rey John Sobieski de Polonia contra el enemigo en Viena , Austria. El propósito de esta fiesta era para recordar a los fieles que recomiende a Dios en el día de hoy, a través de la intercesión de la Santísima Virgen María, todas las necesidades de la Iglesia, mientras que dar gracias a Dios por su protección clemente y innumerables misericordias.
Desde aquellos días, esta fiesta especial de María se ha celebrado en la octava de la Natividad de Nuestra Señora.

En referencia a la poderosa intercesión de la Santísima Virgen María, Ricardo de San Lorenzo dijo: "no hay tal ayuda poderosa en cualquier nombre, ni hay otro nombre dado a los hombres, después de la de Jesús, de la que tanto la salvación es derramado sobre los hombres a partir del nombre de María que la invocación devota de este nombre dulce y santa conduce a la adquisición de gracias superabundantes en esta vida, y un alto grado de gloria en el cielo".

Hoy en día, si tenemos en cuenta el Dogma de la Inmaculada Concepción que fue proclamada en 1854 por el Papa Pío IX, ahora podemos percibir que Dios envió su Espíritu para guiar a la Iglesia Católica hacia la concesión de grandes honores al Santísimo Nombre de María. De acuerdo con este Dogma, fue la Santísima Virgen María, desde el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente y en virtud de los méritos de Jesucristo, único Salvador del género humano, María fue preservaba de toda mancha del pecado original. (Inneffabilis Deus 1854, citado en el Catecismo de la Iglesia Católica # 491).

María al ser el único ser humano, esto excluyendo a Jesús, que estaba libre de todo rastro de pecado y se mantuvo así durante toda su vida, la Santísima Virgen alcanzó la perfección a la cual todos aspiramos; la primera Eva había fracasado. La segunda Eva, la Virgen María, fue elevado por Dios como la Madre espiritual de la humanidad.

Estos honores, y los muchos más que le han otorgado a la Santísima Virgen María no dejan ninguna duda en la mente de los católicos que el Santísimo Nombre de María, es un nombre santo, un nombre que se ha elevado por encima de todos los seres humanos e incluso "los ángeles"; es la fuente de la gracia sobreabundante que derrama sobre nosotros pecadores desde el trono de Dios para todos los que son sus devotos o los que invocan su nombre o su auxilio.

Tan poderoso es el Santísimo Nombre de María, que se dice que los demonios temen a la Reina de los Cielos, a tal grado, que sólo al oír pronunciado su nombre santo y grande, huyen aterrorizados y llenos de rabia a lo más profundo del fuego ardiente del infierno y allí se retuercen lleno de odio, contra la Madre de Dios".

De la vida de Santa Brígida, nos enteramos lo que la Virgen le ha revelado: "no hay en la tierra ningún pecador, que quieren volver al amor de Dios, a pesar de que esté cautivo del mal, del cual el diablo está obligado por mandato de Dios, a huir inmediatamente de él, si se invoca el santo nombre de María con la determinación de arrepentirse.

En otra ocasión, la Santísima Virgen María dijo: "que todos los demonios veneran y temen su nombre a tal grado, que al oírlo, se aflojan inmediatamente las garras con las que mantienen al alma atrapada".

Por más empedernida que esté la persona metida en el mal, si se invoca el Santo nombre de María con mucha fe y confianza, el mal se derrite como un hielo al sol, dejando libre a la persona de la influencia maligna.

En vista de todas estas grandes bendiciones Marianas que han sido otorgados desde el cielo, vamos a honrar hoy el Santísimo Nombre de María con gran estima por lo que nuestra Madre amorosa puede continuar de ser alabada en todas las naciones de la tierra. Y que nuestra devoción espiritual no sólo dure un día, sino que se extienda a todos los días del año, y lo mejor que podemos hacer es orar el Santo Rosario todos los días en su honor, solo o unirse a toda la familia y rezar esta maravillosa y poderosa oración.

EL SIGNIFICADO DEL NOMBRE DE MARÍA

En tiempos pasados, las personas consideran los nombres como un hecho simbólico y representativo de la persona en sí. Esto era tan cierto que durante mucho tiempo la gente incluso le dieron una gran importancia a las iniciales, una especie de símbolo de ese nombre, que a su vez es un símbolo de la persona misma.

Por lo tanto, el nombre fue considerado como un símbolo de los más profundos aspectos psicológicos, morales y espirituales por analogía o por convención de quien lo portaba. El nombre de la Virgen, como el Santísimo Nombre de Jesús, entonces se debe considerar como un símbolo de la virtud sagrada de la Virgen, su misión, y todo lo que ella representa.

Desde este punto de vista, se venera el nombre de la Virgen, ya que es una afirmación de su gloria interior, cualidades internas y de su persona. El nombre de María es entonces la manifestación simbólica de todo lo que existe de sagrado en la Virgen.
Al honrar el nombre María celebramos el esplendor que Nuestra Señora a tenido en la tierra y tendrá en el cielo y en todo el universo.

En hebreo, el nombre de María es Miryam. En el tiempo de la Virgen, el arameo era la lengua que se hablada, y la forma del nombre en aquel momento era Mariam. En el libro, La infancia maravillosa de la Santísima Madre de Dios, San Juan Eudes ofrece meditaciones sobre diecisiete interpretaciones del nombre "María", tomado de los escritos de los Santos Padres "y por algunos médicos célebres". El nombre de María es venerada porque pertenece a la Madre de Dios.
Los significados atribuidos al nombre de María por los primeros escritores cristianos y perpetuada por los Padres griegos son: "Mar Amargo", "Mirra del mar", "El Dador de luz", "El Iluminado", "El Dador de luz", y en especial "estrella del Mar".
Stella Maris fue de lejos la interpretación más favorecida. Estas etimologías suponen que la forma hebrea del nombre es Maryam, y no Miryam. El nombre hebreo de María, Miriam, (en latín Domina) significa dama o soberano.

El nombre hebreo de María ('Domina' en latín) significa dama o soberano. Esta María es en virtud de la autoridad soberana de su Hijo como Señor del Mundo. Cuando pronunciamos su nombre, afirmamos su poder, imploramos su ayuda y ponemos bajo su protección. Se consideraba que llamar a María: "Virgen María", "Santísima Madre", o "Santísima Virgen María", era muy largo de pronuciar, por eso simplemente se la llamaba, María, o Madre.

El nombre de María se basa en varios idiomas antiguos: en hebreo, Myriam, en arameo, Maryam, en el Antiguo Testamento griego, Mariam, y en el griego y el latín del Nuevo Testamento, María.

Estudios filológicos modernos del antiguo Egipto sugieren que María significa "Señora, Hermosa o muy Amada".
Algunos estudiosos de los textos de Ugarit (Siria antigüa) sugerieren el nombre "mrym" deriva del verbo "RWN", haciendo así el significado de: altos, elevados, exaltado o augusto. Estos significados de raíz encajan bien con el mensaje del Arcángel Gabriel: "Dios te salve, María, llena eres de gracia (o Alégrate, hija muy favorecida)! El Señor está contigo. Bendita tú entre las mujeres"(Lc 1,28).

Los santos proclamados por la Iglesia, invocaban el nombre de María con bastante frecuencia, especialmente en los momentos de tentación y también justo antes de rezar el Santo Rosario, ya el diablo sabe muy bien de los bueno y muy beneficioso que es para el alma, por lo tanto el maligno trataba de distraerlos con cosas vanales con tal que no rezaran tan poderosa oración.

LA GLORIA DE MARÍA

En cuanto a su gloria en el cielo, todo ha sido dicho. Ella es la Reina de todos los ángeles y santos, colocado por encima de todas las criaturas. Ella se coloca incomparable e inconmensurablemente por encima de todas las criaturas para que en el orden de la creación todas se junten en el punto hacia el cual todo converge.
Ella es nuestra Mediadora con Dios, Nuestro Señor. La gloria que tiene por este hecho es simplemente indescriptible, inimaginable e incomparable, y se deriva de su condición de Madre del Salvador, Nuestro Señor Jesucristo.

Por el hecho de haber llevado en su seno al mismísimo Dios, único creador y Señor del todo el Universo, tal gloria le corresponde que comparte los mismos méritos de Jesús en la Cruz, la de todos los santos, y aún mucho más.

Dios Padre la ha revistido de una gloria única, por llevar en su persona desde su nacimiento a la Santísima Trinida y que quedó ratificada cuando el ángel Gabriel le dijo; Alégrate llena de gracia, el Señor es contigo! (El Padre).
Lo llevarás en tu seno y darás a luz un hijo! (Jesucristo). El Espíritu Santo descenderá sobre Tí, y el Altísimo (El Padre) te cubrirá con su sombra (su Poder).

En cuanto a su gloria en la tierra, tenemos en cuenta cómo debe ser glorificado Nuestra Señora también en la tierra. Por lo tanto, es normal afirmar que la Virgen también se venera en la tierra, y para ella su santo Nombre sea glorificado de modo inefable.

Imagina un mundo como el de la cristiandad que sea influenciado por el espíritu del gran apóstol mariano San Luis María Grignon de Montfort. Imagínese si los discípulos de San Luis María Grignon de Montfort eran la sal de la tierra y realmente marcó la pauta para la devoción a la Virgen en toda la cristiandad. Entonces podríamos entender lo que la debe ser la gloria de la Virgen en el mundo. Sería infinitamente más de lo que es hoy.

Vemos cómo en gran medida la Virgen fue glorificado por la Santa Madre Iglesia (al menos hasta el materialismo-progresismo entró en escena). Para nosotros esta gloria parecía inmensa. Sin embargo, no fue nada en comparación con la gloria que debería tener según el espíritu de San Luis María Grignon de Montfort. Debemos amar ardientemente la gloria de la Virgen, ya que es insoportable para ella no tener la gloria que debe tener.

Este olvido simplemente es más odioso y execrable que los vicios, crímenes y abortos que se producen a diario en el mundo. La Revolución y la maldad de los hombres han logrado disminuir la gloria que Ella debe recibir de los hombres. Nuestro celo por la gloria y el Nombre de la Virgen debe ser como hijos en la casa de su madre.
¿Cómo puede un hijo sentirse bien en la casa de su madre cuando ve que otros le niegan a darle la atención debida que se merece?
¿Cómo podemos sentirnos felices en la tierra, si en la realeza de la Virgen, vemos que le niegan la honra y el respeto que le corresponde?
Esto debe ser un motivo continuo para que tengamos mucho más que dolor, sino una gran indignación que la reina no está siendo reconocido por todos en el papel, que es la suya.

LAS CUATRO INVOCACIONES EN EL NOMBRE DE MARÍA

Por supuesto, el nombre de "María", que es el nombre de la Santísima Virgen, merece especial respeto y devoción, y con ello se celebra en cuatro formas distintas que el cristiano creyente venera.

En primer lugar, María es un nombre de honor ya los fieles en los primeros tiempos alababan a María como la Madre de Nuestro Divino Salvador, que es llamado con razón "Madre de Dios", porque Jesús es verdadero Dios, la segunda persona de la Santísima Trinidad, quien entró a este mundo también como verdadero hombre-ser humano a través María, que había sido concebido por obra del Espíritu Santo.

En segundo lugar, María es un nombre santo porque la sola mención de su nombre nos recuerda que Ella ésta llena de gracia, y ha hallado gracia delante de Dios y es bendita entre todas las mujeres, no sólo de las mujeres de su época, sino de todas las mujeres que vendrán hasta el fín de los tiempos, su bendición permanece para siempre aquí en la tierra y lo seguirá eternamente en el otro mundo.

En tercer lugar, María tiene el nombre de madre, porque ella es nuestra Madre, a quien el Señor Jesucristo nos la dio a mientras moría en la cruz (cf. JN19 :26-27). Juan la recibió en su casa desde ése momento, y apartir de ahí, se hizo Madre de la humanidad. Todos sus hijos, y pelea contínuamente por nosotros, por nuestra salvación.

Desde el nacimiento de Jesús, María ha entablado un lucha contra satanás. Vencido el diablo, se ha lanzado ferozmente a luchar contra todos sus hijos, contra nosotros, mintiendo y seduciendo para lograr su objetivo.

En cuarto lugar y por último, María es un nombre de una madre que responde a todas nuestras necesidades, nos protege del mal y reza "por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte".

La Iglesia conmemora numerosas ocasiones en las que se invoca el nombre de María y recibió su protección celestial. Durante el pontificado del Papa Inocencio III, Santo Domingo de Guzmán estableció la Orden de Predicadores para combatir la herejía albigense que todas las cosas materiales si se utilizaban mal, eran malas para el alma.
Él entrenó a sus sacerdotes a vivir una vida santa, de utilizar sus mentes en beneficio para los demás, y de rezar el Santo Rosario diariamente.

LA FIESTA DEL SANTÍSIMO NOMBRE DE MARÍA

Desde los primeros siglos, esta fiesta especial de María se ha celebrado en la octava de la Natividad de Nuestra Señora. La fiesta del Santísimo Nombre de la Santísima Virgen María se originó en España y fue aprobado en 1513. En 1683, el Papa Inocencio XI extendió la celebración del día de fiesta para la Iglesia universal, que se celebrará 12 de septiembre, cuatro días después de la Fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen.

Con la revisión del Misal Romano de 1970 después del Concilio Vaticano II, la fiesta fue retirado del calendario universal, aunque la Misa Votiva se mantuvo. Sin embargo, el Papa Juan Pablo II en la tercera edición del Misal Romano, publicado en 2003, restableció la fiesta, técnicamente como una "memoria libre". El 12 de septiembre de 1213, las fuerzas cristianas en virtud de Simon de Montfort obtuvieron una victoria decisiva sobre los herejes en Muret en souther n Francia.

Del mismo modo, en el primer domingo de octubre, la Iglesia recuerda la victoria de las fuerzas navales cristianas bajo Don Juan de Austria contra los buques 300 y pico de los musulmanes turcos, Selim II, en 1571. Una vez más el 12 de septiembre 1683, después de una marcha forzada comenzado en Polonia el 15 de agosto fiesta de la Asunción, John Sobieski volvió hacia los 300.000 musulmanes invasores asediando Viena.

Y, una vez más, el 5 de agosto 1716, bajo el patrocinio de María, Nuestra Señora de las Nieves, el príncipe Eugenio reclamó su victo ria en Peterwardein; poco después levantar el sitio de Corfú y posteriormente reclamar Belgrado. La fiesta del Santo Nombre de María fue inscrita en el calendario de la Iglesia universal por el Papa Inocencio XI" como un monumento perpetuo de la gran bendición de que la victoria de señal ganó en Viena en Austria durante el tirano cruel turco que había sido rectificado por el pueblo cristiano".

Al celebrar este día de fiesta, recordemos la oración inicial de la Misa: "Señor, Nuestro Dios, cuando su hijo se estaba muriendo en el altar de la cruz, Él nos ha dado como madre la había escogido para ser suyos madre, la Virgen María, haz que nosotros, los que invocan al santo Nombre de María, nuestra madre, con la confianza en su protección podemos recibir fortaleza y consuelo en todas nuestras necesidades "que nuestra madre Santísima seguir para protegernos, especialmente los cristianos en su sufrimiento y persecución en todo el mundo.

LETANIAS DE SANTÍSIMO NOMBRE DE MARIA

Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad. Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad.

Jesús, Hijo de María, escúchanos.
Jesús, Hijo de María, ten piedad de nosotros.
Padre Celestial, de quien María es la Hija, ten misericordia de nosotros.
Espíritu Santo, que llanaste a María en la encarnación de Jesús, ten misericordia de nosotros.

Santo nombre de María, purifica mi alma, mi espíritu, mi corazón y mi cuerpo, amén.

Santo nombre de María, sé mi luz y mi guía en el camino a tu Hijo Jesucristo, amén.

Santo nombre de María, traza tu rostro eternamente en mi alma, amén.

Santo nombre de María, enciende mi corazón con el fuego santo del amor, amén.

Santo nombre de María, sé mi fuerza en cada momento de debilidad y tentación, amén.

Santo nombre de María, lávame con la sangre de Jesús todo mi ser, amén.

Santo nombre de María, libérame de toda inclinación pecaminosa, amén.

Santo nombre de María, aleja de mí todo lo malo y corrupto, amén.

Santo nombre de María, ahuyenta de mi a todos los demonios que me persiguen, amén.

Santo nombre de María, sé mi fuente de alegría celestial, amén.

Santo nombre de María, sé mi consuelo en toda aflicción y sufrimiento, amén.

Santo nombre de María, corónate Tú Misma como reina de mi casa y de mi familia, amén.

Santo nombre de María, siembra la paz de los ángeles en mi corazón y mi mente, amén.

Santo nombre de María, convierte a todos los pecadores de mi casa y del mundo entero, amén.

Santo nombre de María, da en cada alma el deseo a la redención y la salvación, amén.

Santo nombre de María, abre cada corazón a la Palabra de Dios, amén.

Santo nombre de María, sé la llave a la puerta del cielo de los que me conocen, amén.

Santo nombre de María, sé mi aliento para la vida eterna, amén.

Santo nombre de María, abre las fuentes de las gracia a las almas y conviértelas, amén.

Santo nombre de María, llama al Reino de Dios a descender al mundo, amén.

Santo nombre de María, llévame al camino de la santidad, amén.

Santo nombre de María, salva mi familia, mis amigos y conocidos, amén.

Santo nombre de María, convierte con tu poder a los que buscan suicidarse, drogarse, delinquir, asesinar, amén.

Santo nombre de Maria, deten el aborto, y los pecados de impureza, amén.

Santo nombre de María, reina en todos mis pensamientos, ahora y en la hora de muerte, amén.

Santo nombre de María, enséñame a amar a tu Hijo Jesús y haz que nunca le abandone, amén.

Santo nombre de María, que la Llama de Amor de tu Inmaculado Corazón descienda sobre toda la humanidad, amén.

Oración:

Querida Santa Madre María,
deposita en todos los labios de los seres humanos tu Santísimo Nombre,
que ha sido revestido por Dios con un infinito poder.
Que tu nombre lleve la eterna salvación a todas las almas y que purifique nuestro mundo de toda tiniebla maligna.

Celestial Madre María, que al pronunciar tu Santísimo Nombre repare un pecado,
que conmueva el corazón de un pecador,
que libere a un alma del purgatorio,
que abra un alma a la gracia y lo haga santo,
que libere a las almas cautivas en las garras de satanás.

Esto lo deseo como tu humilde servidor(a), en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
(hacer tres veces la señal de la cruz.)

UNA ORACION PODEROSA. EL SANTO ROSARIO DE MARÍA SANTÍSIMA
LAS QUINCE PROMESAS DE LA VIRGEN MARÍA A QUIENES RECEN EL ROSARIO


Esta oración todo lo puede, nada es imposible con el rezo del Santo Rosario.
quien lo reza todos los días se hace santo y alcanza una gracia increible e incompresible, que solo lo sabrá en el otro mundo.
También podemos santificar a toda nuestra familia, amigos y conocidos ofreciendo el rezo por su conversión.
Esta intención es muy agradable a María Santísima, y una lluvia de bendiciones descenderá sobre quien lo reza.


1.- El que me sirva, rezando diariamente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.

2.- Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.

3.- El Rosario será un fortísimo escudo de defensa contra el infierno, destruirá los vicios, librará de los pecados y exterminará las herejías.

4.- El Rosario hará germinar las virtudes y también hará que sus devotos obtengan la misericordia divina; sustituirá en el corazón de los hombres el amor del mundo al amor por Dios y los elevará a desear las cosas celestiales y eternas. ¡Cuántas almas por este medio se santificarán!.

5.- El alma que se encomiende por el Rosario no perecerá.

6.- El que con devoción rezare mi Rosario, considerando misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá muerte desgraciada; se convertirá, si es pecador; perseverará en la gracias, si es justo, y en todo caso será admitido a la vida eterna.

7.- Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin auxilios de la Iglesia.

8.- Quiero que todos los devotos de mi Rosario tenga en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia, y sean partícipes de los méritos de los bienaventurados.

9.- Libraré pronto del purgatorio a las almas devotas del Rosario.

10.- Los hijos verdaderos de mi Rosario gozarán en el cielo una gloria singular.

11.- Todo lo que se me pidiere por medio del Rosario se alcanzará prontamente.

12.- Socorreré en todas sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.

13.- Todos los que recen el Rosario tendrán por hermanos en la vida y en la muerte a los bienaventurados del cielo.

14.- Los que rezan mi Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.

15.- La devoción al santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación a la gloria.





MARAVILLOSA HOMILÍA DE SAN BERNARDO, ABAD Y DOCTOR DE LA IGLESIA

"Y el nombre de la virgen era María." Vamos a hablar un poco acerca de este nombre, que se dice que significa "estrella del mar", y que tan bien corresponde a la Virgen Madre. Con razón se le asemeja a una estrella.
Como una estrella emite un rayo sin ser atenuado, por lo que la Virgen dio a luz a su Hijo sin recibir ningún daño. El rayo no toma nada del brillo de la estrella, ni el Hijo de integridad virginal de su madre.

Esta es la noble estrella subida de Jacob, cuyo rayo ilumina el mundo entero, cuyo esplendor brilla en el cielo, penetra en el abismo, y, atravesando toda la tierra, da calor a las almas y las aviva, acariciando virtudes, destruyendo vicios y herejías.

María es tan brillante e incomparable como una estrella, a quien tenemos que ver levantado por encima de la inmensidad del mar, brilla por sus méritos, y nos da la luz de su ejemplo.
"Todos ustedes, que se ven a sí mismos en medio de las mareas del mundo, sacudido por las tormentas y tempestades al caminar sobre la tierra, no enciendas tus ojos lejos de la estrella que brilla, a menos que quiera ser abrumado por el huracán y ser arrastrado al camino de perdición.

Por eso oye hermano;

Si en las tormentas de la tentación, o te caen sobre las rocas de la tribulación, mira a la estrella: invoca a María!

Si está sacudido por las olas del orgullo o la ambición, la maledicencia o la envidia, mira a la estrella, invoca a María.

Si la ira o la avaricia o el deseo de la carne va en contra de la nave de tu alma, vuelve los ojos a María.

Si tiene problemas con la enormidad de tus crímenes, avergonzado de tu conciencia culpable, aterrorizado por el miedo de la sentencia ante el Dios Supremo, y empiezas a hundirte en el abismo de la tristeza o el abismo de la desesperación, piensa en María, Ella es tú Madre, vendrá a socorrerte.

En los peligros, en la angustia, en la duda, piensa en María, invoca a María.

Que su nombre sea en tus labios, que nazca en tu corazón y lo pronuncie tu lengua. Y lo mejor para obtener la ayuda de las oraciones, imita el ejemplo de su vida:

"Si el recuerdo de tus muchos pecados quiere lanzarte al abismo de la desesperación, lánzale una mirada a la Estrella del cielo y rézale a la Madre de Dios.

Siguiéndola, no te perderás en el camino.

Invocándola no te desesperarás.

Y guiado por Ella llegarás seguramente al Puerto Celestial.

EL PODER DEL NOMBE DE MARÍA, POR SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO

Richard de St. Laurence dijo" no hay tal ayuda poderosa en ningún nombre, ni hay otro nombre dado a los hombres, después de la de Jesús, de la que tanto la salvación se ha derramado sobre los hombres a partir del nombre de María. "Y continúa: "que la invocación devota de este nombre dulce y santa conduce a la adquisición de gracias superabundantes en esta vida, y un alto grado de gloria en el otro."

Después del nombre más sagrado de Jesús, el nombre de María es tan rico en todo lo bueno, que en la tierra y en el cielo no hay otro en el que las almas devotas reciban tanta gracia, esperanza y dulzura.
Por lo tanto Ricardo de San Lorenzo anima a los pecadores a recurrir a este gran nombre", ya que por sí solo suficiente para curarlos de todos sus males", y "no hay desorden, por maligna, que no cede de inmediato a la potencia del nombre de María".

El beato Raimundo Jordano dice, "que por muy endurecido y desconfiado que pueda estar un corazón que el nombre de la Santísima Virgen tiene tal eficacia, que si sólo se pronuncia su nombre, el corazón se ablanda maravillosamente".
Por otra parte, es bien conocido, y se experimenta a diario por los devotos de María, su poderoso nombre da la fuerza particular, es necesario superar las tentaciones contra la pureza.

¡Qué temor tan grande tienen los enemigos a María y a su santo nombre! Se comparan bien (Job., 24, 16) a los ladrones que andan robando de noche, pero al despuntar la aurora huyen de la luz como de la muerte.

Así, dice el espejo de Nuestra Señora, viene el enemigo a despojar las almas cuando viven en las tinieblas del pecado y de la ignorancia; pero luego que las ve iluminadas por la gracia de Dios y la misericordia de María, huye de allí precipitado. ¡Dichoso, pues, el que en medio de la pelea invoca el Santísimo Nombre de María!

En confirmación de esta verdad, fue revelado a Santa Brígida que Dios le ha dado tanto poder a María sobre aquellos espíritus demoníacos, que cuantas veces asaltan a los devotos de María y éstos la llaman por auxilio, a una señal suya huyen despavoridos y con tal espanto, que mejor sufrirán dobladas penas que no el verse vencidos por Ella.

Particularmente es eficacísimo el auxilio que presta en las tentaciones contra la castidad, y por esta razón la compara el Esposo divino (Cant., 2, 2) con la azucena entre espinas; a la cual dicen que nunca llega tampoco animal ponzoñoso.

Todos los que tienen la dicha de ser devotos de Nuestra Señora pueden confiadamente decir: «¡Oh Madre mía!, sí en Vos espero, no seré vencido; antes bien, con vuestra defensa perseguiré a mis enemigos, y oponiéndoles como poderoso escudo vuestra protección y auxilio omnipotente, quedaré victorioso.»

Y ciertamente que lo quedarán, porque tenerla de su parte es lo mismo que tener un arma irresistible contra el poder de todo el infierno junto.

Cuando sacó Dios su pueblo de la cautividad de Egipto, le guiaba por el desierto con una nube (Exodo, 13, 21), que de día era reparo contra los ardores del sol, y de noche, columna de luz; figura de María y de los oficios piadosos que ejercita continuamente.

Como nube, nos defiende de los rigores de la divina justicia, y como columna luciente, de la malignidad de los demonios. Porque así como se derrite la cera tan pronto cuando está cerca del fuego, así pierden los enemigos infernales toda la fuerza contra las almas cuando pronuncian el santísimo nombre de María y la invocan y procuran imitar.

¡Cómo tiemblan los demonios sólo de oír su nombre santo!. De la misma manera que los hombres caen a tierra cuando un rayo cae cerca de ellos, así los demonios quedan aterrados al oír el nombre de María.

Cuenta el Santo Cura de Ars que, fue acometido visiblemente por una gran multitud de demonios y éste les dijo:

«Yo no tengo armas que os puedan infundir temor; pero si Dios os da permiso, haced de mí lo que más os agrade; pero invoco en mi ayuda a los dulcísimos nombres de Jesús y María.»

Apenas dicho esto, se abre de repente la tierra y caen precipitados por allí los espíritus infernales gimiendo y gritando aterrorizados. Y por experiencia sabemos que todo el que se vale de igual medio sale victorioso de cualquier peligro, de cualquier tentación.

¡Glorioso y admirable es tu nombre, Oh dulce Señora!, dice el salterio mariano. Los que a la hora de la muerte se acuerden de invocarle no se espantarán por lo terrible del infierno, sino que los demonios que asedian al moribundo huyen cuando oyen pronunciar el Nombre de María, siéndoles más terrible que un ejército armado para la batalla.

Así es Señora. Vos, con el escudo de vuestro piadosísimo Nombre, libráis a vuestros devotos del poder de los príncipes de las tinieblas.

¡Qué dolor de aquellos cristianos, en el momento de la tentación, no le invoquen con gran confianza!
Cierto que si lo hiciesen, no llegaría ninguno a caer, porque es su nombre de tanta eficacia, que al oírle pronunciar tiembla todo el abismo. ¿Qué más diré? Jesús, María, os amo, Salvad las Almas.

Aun del pecador más perdido, más endurecido por el pecado, más apartado de Dios y poseído de los demonios, huyen ellos al instante que, con ánimo de enmendarse y hacer reparación por los pecados cometidos, pronuncia el nombre poderosísimo de María; aunque también es cierto que si no se hace la enmienda y la reparación, como propuso, vuelven a él con más fuerza que antes.

MARÍA ES MADRE DE LOS PECADORES ARREPENTIDOS, POR SAN ALFONSO DE LIGORIO

Dijo la Virgen María a santa Brígida que ella no sólo es madre de justos y de inocentes, sino también de los pecadores que deseen enmendarse. Cuando un pecador recurre a María con deseo de enmendarse, es decir de hacer penitencia por los pecados que ha cometido, encuentra a esta buena Madre de misericordia pronta a abrazarlo y ayudarle, mejor de lo que lo hiciera cualquier otra madre.

Esto es lo que escribió el Papa san Gregorio a la princesa Matilde: "Abandona el deseo de pecar y encontrarás a María, te lo aseguro, más pronta para amarte que la madre que te dio el ser". Pero quien aspire a ser hijo de esta Madre maravillosa es necesario que primero deje el pecado, y entonces podrá confiar en ser aceptado por hijo.

Sobre las palabras "se levantaron sus hijos" (Pr 31,28), reflexiona Ricardo de San Lorenzo y advierte que, primero, se dice "se levantaron", y, después, "sus hijos"; porque, añade, no puede ser hijo de María quien no busca primero levantarse de la culpa donde ha caído.

Dice Ricardo de San Lorenzo, los hijos de María, han de ser sus imitadores en la castidad, en la humildad, en la mansedumbre, en la misericordia". ¿Y cómo pretenderá ser hijo de María quien tanto la contraría con su mala vida?

Dijo un pecador a María: "Muestra que eres mi madre". Y la Virgen le respondió: "Demuestra que eres mi hijo".

Otro pecador invocaba a María como Madre y la llamaba Madre de misericordia. Y le dijo María: "Vosotros pecadores, cuando queréis que os ayude, me llamáis Madre de misericordia; pero entre tanto no cesáis con vuestros pecados de hacerme madre de miserias y de dolores".

"Maldito el que exaspera a su madre" (Ecclo 3,16). Dios maldice al que aflige con su mala vida y con su obstinación a esta su santa Madre.

He dicho con su obstinación porque el pecador, aun cuando no haya roto las cadenas del pecado, si se esfuerza por salir del pecado y por eso busca la ayuda de María, esta madre no dejará de socorrerlo y regresarlo a la gracia de Dios.

Palabras que oyó santa Brígida de boca de Jesucristo, que hablando con María le dijo: "Auxilias a todo el que se esfuerza por elevarse hacia Dios y a nadie dejas privado de tus consuelos".
Mientras el pecador permanece obstinado, María no puede amarlo; pero si se encuentra encadenado por cualquier pasión que lo hace esclavo del infierno y al menos se encomienda a la Virgen y le suplica con confianza y perseverancia que lo saque del pecado, sin duda que esta Buena Madre le tenderá su poderosa mano, lo librará de las cadenas del pecado y lo conducirá al estado de salvación.

Es herejía condenada por el Concilio de Trento decir que todas las oraciones y obras que se hacen en estado de pecado son pecado. A lo cual dice san Bernardo que las plegarias en boca del pecador, si bien no son hermosas porque no van acompañadas de la caridad, sin embargo son útiles y provechosas para salir del pecado porque, como lo enseña santo Tomás, aunque la oración del pecador no es meritoria, es muy apta para suplicar la gracia del perdón, pues la gracia de la súplica no se funda en el mérito del que ruega, sino en la bondad divina de Dios y en los méritos y promesas de Jesucristo, que ha dicho: "Todo el que pide, recibe" (Lc 11,10). Lo mismo hay que decir de las plegarias que se dirigen a la Madre de Dios.

LA SABIDURÍA DE LA VIRGEN MARÍA, POR SAN BERNARDO ABAD

1. Como hay varias sabidurías, debemos buscar qué sabiduría edificó María como una casa. Hay una sabiduría de la carne, que es enemiga de Dios, y una sabiduría de este mundo, que es insensatez ante Dios. Estas dos, según el apóstol Santiago, son terrenas, animales y diabólicas.
Según estas sabidurías, se llaman sabios los que hacen el mal y no saben hacer el bien, los cuales se pierden y se condenan en su misma sabiduría, como está escrito: Cogeré a los sabios en su astucia; Perderé la sabiduría de los sabios y reprobaré la prudencia de los prudente.

Y, ciertamente, me parece que a tales sabios se adapta digna y competentemente el dicho de Salomón: Vi una malicia debajo del sol: el hombre que se cree ante sí ser sabio. Ninguna de estas sabidurías, ya sea la de la carne, ya la del mundo, edifica, más bien destruyen cualquiera casa en que habiten.
Pero hay otra sabiduría que viene de arriba; la cual primero es pudorosa, después pacífica. Es Cristo, Virtud y Sabiduría de Dios, de quien dice el Apóstol: Al cual nos ha dado Dios como sabiduría y justicia, santificación y redención.

2. Así, pues, esta sabiduría, que era de Dios, vino a nosotros del seno del Padre y edificó para sí una casa, es a saber, a María Virgen, su madre, en la que talló siete columnas. ¿Qué significa tallar en ella siete columnas sino hacer de ella una digna morada con la fe y las buenas obras?

Ciertamente, el número ternario pertenece a la fe en la santa Trinidad, y el cuaternario, a las cuatro principales virtudes. Que estuvo la Santísima Trinidad en María (me refiero a la presencia de la majestad), en la que sólo el Hijo estaba por la asunción de la humanidad, lo atestigua el mensajero celestial, quien, abriendo los misterios ocultos, dice: "Dios, te salve, llena de gracia, el Señor es contigo"; y en seguida: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra".

He ahí que tienes al Señor, que tienes la virtud del Altísimo, que tienes al Espíritu Santo, que tienes al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Ni puede estar el Padre sin el Hijo o el Hijo sin el Padre o sin los dos el que procede de ambos, el Espíritu Santo, según lo dice el mismo Hijo: "Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí".
Y otra vez: "El Padre, que permanece en mí, ése hace los milagros". Es claro, pues, que en el corazón de la Virgen estuvo la fe en la Santísima Trinidad.

3. Que poseyó las cuatro principales virtudes como cuatro columnas, debemos investigarlo. Primero veamos si tuvo la fortaleza. ¿Cómo pudo estar lejos esta virtud de aquella que, relegadas las pompas seculares y despreciados los deleites de la carne, se propuso vivir sólo para Dios virginalmente?

Si no me engaño, ésta es la Virgen de la que se lee en Salomón: ¿Quién encontrará a la mujer fuerte? Ciertamente, su precio es de los últimos confines. La cual fue tan valerosa, que aplastó la cabeza de aquella serpiente a la que dijo el Señor: "Pondré enemistad entre ti y la mujer, tu descendencia y su descendencia; ella aplastará tu cabeza".

María fue templada, prudente y justa, lo comprobamos con luz más clara en la alocución del ángel y en la respuesta de ella. Habiendo saludado tan honrosamente el ángel diciéndole: "Dios te salve, llena de gracia", no se ensoberbeció por ser bendita con un singular privilegio de la gracia, sino que calló y pensó dentro de sí qué sería este insólito saludo.

¿Qué otra cosa brilla en esto sino la templanza? Mas cuando el mismo ángel la ilustraba sobre los misterios celestiales, preguntó diligentemente cómo concebiría y daría a luz la que no conocía varón; y en esto, sin duda ninguna, fue prudente. Da una señal de justicia cuando se confiesa esclava del Señor.
Que la confesión es de los justos, lo atestigua el que dice: Con todo eso, los Justos confesarán tu nombre y los rectos habitarán en tu presencia. Y en otra parte se dice de los mismos: Y diréis en la confesión: Todas las obras del Señor son muy buenas.
4. Fue, pues, la bienaventurada Virgen María fuerte en el propósito, templada en el silencio, prudente en la interrogación, justa en la confesión. Por tanto, con estas cuatro columnas y las tres predichas de la fe construyó en ella la Sabiduría celestial una casa para sí.

La cual Sabiduría de tal modo llenó la mente, que de su Plenitud se fecundó la carne, y con ella cubrió la Virgen, mediante una gracia singular, a la misma sabiduría, que antes había concebido en la mente pura. También nosotros, si queremos ser hechos casa de esta sabiduría, debemos tallar en nosotros las mismas siete columnas, esto es, nos debemos preparar para ella con la fe y las costumbres.

Por lo que se refiere a las costumbres, pienso que basta la justicia, mas rodeada de las demás virtudes. Así, pues, para que el error no engañe a la ignorancia, haya una previa prudencia; haya también templanza y fortaleza para que no caiga ladeándose a la derecha o a la izquierda, amén.





PROMESAS DE JESÚS A LOS QUE PRONUNCIEN EL NOMBRE DE MARÍA

Así afirma San Alfonso María de Ligorio, en su libro " Las Glorias de María":

Tengamos siempre presente y aprovechamos la hermosa consejo de San Bernardo:
"Cuando estés en peligro de muerte, de tentación, de angustia, de duda, siempre, siempre, invoca el nombre de María. No permitas que se caiga de tus labios, ni nunca la alejes de tu corazón."

Cuando estamos en peligro de perder el estado de gracia, piensa en María, invoca el nombre de María, junto con el nombre de Jesús;

JESÚS, MARÍA, OS AMO SALVAD LAS ALMAS.

Estos dos nombres son siempre inseparablemente unidos. Estos nombres tan dulces y tan poderosos nunca los separes de tu corazón y de tus labios, porque estos nombres te dará la fuerza y ​​el coraje de no ceder a las tentaciones y de superar todos los males que te angustian, y te traerá la paz y el entendimiento que necesita tu mente y tu alma.

Jesús prometió gracias maravillosas para los devotos del Santo Nombre de María, como se le dijo a San Brigida mientras hablaba con su Santísima Madre, revelando que todo el que invoque el nombre de María con confianza y propósito de enmienda, recibirá unas gracias especiales a tener en cuenta:

perfecto dolor por sus pecados, la expiación por ellos, la fuerza para llegar a la perfección y la vida eterna en el otro mundo. Porque, añadió el Divino Salvador Jesús, sus palabras son tan querida y dulce para mí, oh María Madre Mía, que no puedo negar lo que me solicitas.

En pocas palabras, dice San Efrén, el nombre de María es la llave que abre las puertas del cielo a los que lo invocan con devoción. Así, San Buenaventura lo corrobora cuando llama a María "la salvación de todos los que la invocan",
la invocación del nombre de María, es salvación eterna.

También Ricardo de San Lorenzo dice que invocar este nombre santo y dulce lleva con él gracias sobreabundantes en esta vida y la gloria sublime en la otra.
Concluye Tomás de Kempis: "Si nos fijamos, mis hermanos, para ser consolados en todas tus obras, recurre a María, invoca a María, ser amable con María.

Íntima con María, llora con María, camina con María y con María se mira a Jesús. Finalmente el deseo de vivir y morir con Jesús y María.
De este modo transita en los caminos del Señor, ya que María, con mucho gusto orará por ti en todo momento, y su Hijo Jesús ciertamente complacerá en todo a su Madre".

Dijo Jesús a María Valtorta:

Cuando nuestro enemigo, el diablo, intenta molestarte demasiado con tentaciones, dile enfáticamente:
"Dios te salve María, Madre de Jesús, confío en ti".

El demonio tiene todavía más aversión al nombre de María que de mi nombre y a mi cruz.
Él nunca tiene éxito, pero trata de hacer daño a mis devotos en miles de formas. Sin embargo, sólo el "eco" del nombre de María le hace huir. ¡Si el mundo supiera que llamando a María, puede salvar su alma!.

Por lo tanto invocar nuestros dos nombres juntos es algo poderoso para superar todas las armas que Satanás ponga en contra de un corazón, que es mío.

Repetid constantemente;

JESÚS, MARIA, OS AMO SALVAD, LAS ALMAS!

También Jesús dijo a la vidente en San Nicolás en Argentina el 14 de Octubre de 1984:

Veo a Jesús, y Él me dijo estas palabras: Yo doy a la humanidad el amor de mi Madre, para que vayan a Ella.

Se trata de la asistencia, que traerá a los cristianos de la oscuridad, para introducirlos a la Luz.

Dejen que se invoca su nombre, con amor infinito.

Frases y Dichos


Saber perder es la clave, ganar cualquiera sabe. (Madame Necker)

Tendrás amigos inseparables en tu mesa, pero no lo verás el día de la necesidad. (Eclesiastés)

Cuarenta es la vejez de la juventud; cincuenta es la juventud de la vejez. (Francés)

La más terrible de la enfermedades del alma, es el furor de dominar. (Voltaire)

Es tan corto el amor y tan largo el olvido. (Ferrer)

Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más.(España)

Quien no oye consejo, no llega a viejo.(Ruso)

Consulta el ojo de tú enemigo, porque es el primero que ve tus defectos.(Italiano)

El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas.(Alemán)